[contextly_sidebar id=”Dw4EMuLT8M6WVOWIjQjg9TTXvGU5Nkmz”]“¿Cómo nos recordarán nuestros nietos, cuando vean a su alrededor los absurdos que ya se ven en Canadá, en Holanda y en Inglaterra, casos reales de gente casándose con delfines o con laptops?”.
Este fue uno de los argumentos que presentó la diputada Norma Edith Martínez, del Partido Encuentro Social (PES), para rechazar la iniciativa en favor de los matrimonios igualitarios, presentada por el presidente Enrique Peña a la Cámara de Diputados.
Durante la sesión ordinaria de la Comisión de Puntos Constitucionales, celebrada en San Lázaro el pasado 9 de noviembre – donde se rechazó la iniciativa que establecía reconocer el derecho al matrimonio igualitario-, la diputada Martínez Guzmán dijo que la exigencia de reconocimiento del derecho a casarse a personas del mismo sexo es consecuencia de que “estamos experimentando con la teoría o ideología de perspectiva de género”.
Según Edith Martínez, nos “vendieron la perspectiva de género como la igualdad entre hombres y mujeres, pero se trataba del engaño donde nadie es hombre ni es mujer”, y criticó que esa libertad haga que las personas decidan “ser hombre, mujer, bisexual, transexual, transespecie, neutro, intersexual, trasvesti, indefinido o mera quimera”.
Al votar en contra del dictamen, la diputada argumentó que “confundimos instituciones jurídicas con derechos humanos, igualdad con paridad, derechos con sentimientos y no discriminación con asimilación pasiva de todo lo que se le ocurra a la minoría que por cierto parece la más privilegiada de este país.
La diputada Edith Martínez, según la información del Sistema de Información Legislativa, se ha desempeñado como consejera de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ), como consejera ciudadana del Instituto Jalisciense de las Mujeres y como consejera ciudadana del INMUJERES.
Martínez Guzmán, quien es licenciada en psicología por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente cuenta con estudios especializados en temas como bioética, demografía, ciencias de la familia, temas de sexualidad, educación para la paz y derechos humanos y en derechos humanos y género.
La diputada Norma Edith, quien presentó en la Cámara de Diputados la “Iniciativa Ciudadana por la Vida y la Familia”, impulsada por el Frente Nacional de Defensa de la Familia para la “protección de la vida desde la fecundación” y que se defina la “esencia heterosexual” del matrimonio, ha recibido diversos premios, entre ellos el de “Mujer del Año en Derechos Humanos”.
Además de ser autora de libros, entre ellos “Educación sexual, tarea familiar” y ha sido presidenta de organizaciones sociales como Mexicanos por la Vida de Todos, Red Mexicanos por la Vida de Todos, entre otras, que trabajan en temas de protección a la niñez y de la vida desde el momento de la concepción.
Ante el rechazo de las comisiones de Derechos Humanos y de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados a la iniciativa del matrimonio igualitario, Conapred expresó “extrañamiento ante el resultado de la votación de integrantes de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, con el cual se rechaza el dictamen sobre la iniciativa del matrimonio igualitario”.
Con un pronunciamiento, el Consejo manifestó que “México pierde la oportunidad de armonizar sus leyes para que todas las personas libres e iguales en derechos y dignidad puedan contraer matrimonio sin discriminación alguna”.
Alejandra Haas, presidenta de Conapred, comentó a Animal Político que el rechazo a la iniciativa “refleja un desconocimiento total del contexto de derechos humanos del que se está hablando”.
Asimismo, Haas agregó que es “preocupante” que “hayan personas que se encuentran desempeñando cargos públicos y encomiendas importantes para la vida pública que no reconozcan que los derechos humanos de las personas homosexuales son una cuestión aceptable”.
Sobre todo, dijo, cuando desde 2015 “la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya lo estableció, que no hay justificaciones para no reconocer a todas las personas el derecho a contraer matrimonio”.
“Pueden haber opiniones diversas, pero el debate no puede significar que se tomen decisiones de Estado con base en opiniones religiosas o de corte moral”, por lo que dijo, al Conapred le “preocupa que los discursos contribuyan a un ambiente en donde se estigmatiza y se generan prejuicios alrededor de la identidad sexual, lo que contribuye a un ambiente de discriminación”.