Cada año aumenta el número de personas en el mundo víctimas de acoso en internet. Y la cifra es especialmente alta entre niños y adolescentes (más de la mitad dicen haberlo sufrido). A Abbie le sucedió en la escuela. Y le contó a la BBC cómo fue su historia. Este es su testimonio*.
Tasha y yo vivíamos en la misma calle y fue mi mejor amiga durante algún tiempo.
Pero, en un momento dado, nos pusieron en grupos separados y ya no pude verla tanto como antes, así que hice nuevos amigos.
Unas semanas más tarde recibí una invitación para ir a una fiesta de Halloween. Ella no recibió ninguna.
Tasha se sintió disgustada y me dijo que no fuera. Pero a mí eso no me pareció justo, y decidí ir de todas formas.
Después de eso, las cosas se pusieron muy feas en el colegio.
Mis compañeros comenzaron a evitarme y a reírse a mis espaldas.
Entonces vi mi nombre escrito en una página web en las paredes del baño de chicas de la escuela.
Cuando eché un vistazo al sitio web, tuve una enorme sensación de malestar.
Estaba lleno de mensajes que yo le había escrito en secreto a Tasha. Pero también había algunos mensajes falsos escritos por ella misma.
Me hizo quedar muy mal.
Durante semanas y semanas continuó añadiendo más material, y cada vez lograba más repercusión (y más “me gusta” en las redes sociales).
Un día en clase de informática me encontré a todos mis compañeros riéndose de una foto de mí, en la que aparecía dormida en el autobús con la boca abierta.
Y ya no pude soportarlo más.
Salí corriendo de la escuela y me fui a casa, llorando.
Mi madre llamó al director de la escuela y él le obligó a Tasha cerrar la página web.
Los padres de Tasha le hicieron ir a mi casa y pedirme disculpas.
Sería bonito poder decir que la perdoné. Pero mucha gente vio esa página web y todavía puedes encontrar esas fotos si las buscas en internet.
Por culpa de Tasha, me preocupo sobre esas cosas constantemente.
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Fuente: Anti-Bullying Alliance (ABA), Reino Unido
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* Este testimonio forma parte de una animación creada por CBBC, el canal infantil de la BBC, con motivo de la semana contra el ciberacoso. La historia está basada en hechos reales pero algunos detalles fueron modificados.