[contextly_sidebar id=”9xQJ0e619ksKtymCi0wCRLsLMTJc4foZ”]El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y su predecesor Álvaro Uribe, dos rivales políticos de años, acordaron impulsar una comisión de delegados que busque una salida a la crisis generada luego del triunfo del “no” a los acuerdos de paz firmados por el gobierno y las FARC.
Mientras que en las calles de Bogotá, centenares de personas marcharon para demandar que se superen los escollos y se logre el fin de la guerra.
El encuentro de Santos con el principal promotor del “no” a los acuerdos de paz y que fue el gran ganador en la consulta popular del domingo forma parte de los esfuerzos del presidente colombiano por buscar una salida política, tras el rechazo por estrecho margen del pacto con la guerrilla más antigua del continente para poner fin a medio siglo de hostilidades.
“Manifestamos ajustes iniciales que deberán introducirse a los textos de La Habana, para buscar un nuevo acuerdo de paz que vincule a todos los colombianos”, manifestó Uribe en una declaración y sin permitir preguntas de la prensa.
El líder del Centro Democrático reiteró su descontento con puntos del acuerdo como la aplicación de justicia para los rebeldes o algunos aspectos que a su entender atacarían a la propiedad privada.
Santos, por su parte, recalcó su optimismo a pesar del revés en el plebiscito.
“Estamos muy cerca de lograr la paz, una paz estable, duradera y con un apoyo ciudadano más amplio”, manifestó Santos.
Ambos hablaron de la creación de la comisión de tres representantes por cada lado para que continúen en la búsqueda de una salida para rescatar los acuerdos de paz firmados el 26 de septiembre en Cartagena y tras cuatro años de negociaciones en la capital cubana.
Con “serenidad” y “realidad” se logrará ese camino, dijo Santos, quien agregó que seguirá las consultas con otros sectores políticos adversos al acuerdo en los próximos días. Aclaró que las propuestas que reciba serán consultadas y analizadas con los rebeldes.
A pesar de que Santos fue ministro en el gabinete de Uribe, ambos dirigentes no se habían encontrado en por lo menos seis años y la fuerte retórica, las críticas abiertas y las disputas primó entre el gobernante y el ahora popular senador.
Poco después de la reunión entre los líderes se realizó una marcha convocada por centenares de estudiantes y los asistentes mostraron pañuelos blancos y antorchas exigiendo que no se dé al traste con los acuerdos de paz.
“Es necesario que la clase dirigente entienda que hay una ciudadanía que necesita acuerdos reales y prácticos de manera inmediata”, dijo Carlos Charry, un profesor universitario de 37 años. “El momento de la paz no se puede dilatar de manera indefinida. Es hora de que todos entendamos que no podemos seguir repitiendo los mismos errores que en los últimos 52 años”.
Santos tuvo que aceptar la reunión con Uribe tres días después de que el voto de rechazo al acuerdo con la guerrilla ganara por un margen menor al 1% de los votos emitidos en una jornada que registró una alta abstención de la ciudadanía.
Antes de su reunión con Uribe, el presidente Santos se citó con otro exmandatario, Andrés Pastrana, quien también apoyó la campaña por el “no”.
“Todo el mundo pensaba que con el ‘no’ se dividía el país. Resulta que con el ‘no’ se unió el país”, dijo Pastrana a la salida.
Desde que los acuerdos fueron rechazados en el plebiscito del domingo, los líderes de las FARC dejaron claro que no tienen la intención de reanudar el conflicto armado, y argumentaron que el voto negativo no tiene implicaciones legales.