[contextly_sidebar id=”2pDk5sP600DkKUknVuhODzL2eDkCuIQx”]El ataque fue inédito. Una treintena de hombres llegaron por la madrugada a la casa de Consuelo Loera, madre de Joaquín el Chapo Guzmán, y después de amenazarla se llevaron algunos vehículos.
Lo más grave no fue el robo, ocurrido el pasado 11 de junio en la comunidad de La Tuna, Badiraguato, sino el significado de la agresión:
Nunca, desde el nacimiento del cartel de Sinaloa en los años 90, el hogar materno de quien fuera uno de sus jefes máximos había sufrido un atentado.
El ataque fue la primera evidencia de la guerra por el imperio que construyó Joaquín Guzmán, y que comprende una de las zonas de mayor producción de heroína del mundo, el llamado Triángulo Dorado.
Es una batalla de varios años y donde participan antiguos adversarios del capo.
Pero también existen ex aliados y familiares, le dice a BBC Mundo José Reveles, autor del libro El Chapo, entrega y traición”.
“Me parece incluso que es tardío porque pudo haber ocurrido cuando capturaron al Chapo Guzmán por primera vez”, refiriéndose a febrero de 2014.
“No ocurrió por el control de Ismael Zambada García, “El Mayo”, que esa vez entregó lo que tenía que repartir”.
Pero ahora, tras la segunda recaptura de Guzmán Loera en enero de 2016, el escenario es más complicado.
Varios personajes se creen con derecho a heredar el territorio y bienes del capo.
Entre ellos se encuentran tres de sus hijos: Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Salazar, así como Ovidio Guzmán López.
También participa Aureliano Guzmán Loera, “El Guano”, hermano del Chapo Guzmán y a quien según medios locales buscaban los agresores de la casa de su madre.
Según estas versiones, el ataque fue organizado por Alfredo Beltrán Guzmán, “El Mochomito”, sobrino del capo y quien desde hace varios años declaró la guerra al cartel de Sinaloa.
Este personaje, de alrededor de 28 años de edad, es uno de los protagonistas centrales de la violenta batalla por el cartel.
Es hijo de Alfredo Beltrán Leyva, “El Mochomo”, detenido en 2007 y actualmente preso en Estados Unidos.
La familia, que encabeza el cartel de los hermanos Beltrán Leyva, culpa a Guzmán Loera de entregarlo a las autoridades.
Ahora que el capo está en prisión y en proceso de ser extraditado, el grupo pretende quedarse con el negocio.
Pero no son todos, aclara el escritor Reveles. En esta batalla también se encuentra Dámaso López y su hijo del mismo nombre, a quien se le conoce como “El Mini Lic”.
Ambos encabezan una de las facciones más violentas del cartel, el grupo de sicarios conocido como “Los Viagra”.
También manejan parte de las finanzas de la organización, algo que les confiere “mucho poder”, explica el analista.
También creen tener derecho a quedarse con el imperio del Chapo Guzmán, aunque no está claro si han participado en algún conflicto.
Hasta ahora los enfrentamientos son entre “El Guano” y “El Mochomito”, según informes de la Secretaría de la Defensa Nacional.
El especialista Ricardo Ravelo, autor de varios libros sobre narcotráfico como “Zetas, la franquicia criminal”, cree que en la batalla también participan viejos narcotraficantes.
“De acuerdo con informes de la Procuraduría (fiscalía) General de la República (PGR), Alfredo Beltrán pudiera estar relacionado con Rafael Caro Quintero”, le dice a BBC Mundo.
“Eso está provocando la guerra con los hijos del Chapo Guzmán y su hermano”.
Caro Quintero es uno de los fundadores del llamado Cartel de Guadalajara, del que nacieron varias organizaciones de narcotráfico como la de Sinaloa.
Estuvo en prisión durante 28 años por la muerte del agente de la DEA Enrique Camarena Salazar, pero en agosto de 2013 fue liberado.
Los gobiernos de México y Estados Unidos mantienen una orden para volver a arrestarlo.
Recientemente en una entrevista con la revista Proceso el capo aseguró que está retirado, y que no pretende controlar el territorio de Guzmán Loera.
¿Qué es lo que pelean familiares, rivales y exaliados del Chapo Guzmán?
Alfonso Duarte Mujica, jefe de la Tercera Región Militar de la Secretaría de la Defensa Militar (Sedena), dice que “El Guano” y “El Mochomito” disputan el control de las zonas de producción de droga en Sinaloa.
Es sobre todo El Triángulo Dorado, una región montañosa en la Sierra Madre Occidental donde confluyen los estados de Chihuahua, Durango y Sinaloa.
Allí se produce la mayor parte de la heroína y drogas sintéticas que envía la organización a Estados Unidos y Europa.
Pero también hay una extensa red de empresas, inversiones y dinero en efectivo cuyo monto se desconoce, coinciden los especialistas.
Reveles ofrece un dato para entender la dimensión del imperio:
Vicente Zambada Niebla, “El Vicentillo”, hijo de “El Mayo” Zambada, firmó un acuerdo con el gobierno estadounidense que lo procesa para ofrecer información a cambio de una sentencia reducida.
Parte del acuerdo fue entregar bienes y dinero por US$1.300 millones, “más de los que Forbes dice que tiene el Chapo Guzmán”, explica.
Es decir, “si un lugarteniente como ‘El Vicentillo’ tiene ese dinero, imagínate la fortuna de Guzmán Loera o “El Mayo”.