Esta semana los jugadores del Manchester United Paul Pogba y Jesse Lingard celebraron el tercer gol de su equipo en la victoria 4-1 frente al Fernebahce por la Europa League de una forma bastante particular.
Y no tardó en volverse viral, especialmente por el divertido movimiento de baile que involucra.
Pero no es extraño. Para el escritor uruguayo Eduardo Galeano, el gol es “el orgasmo del futbol”. Y como tal hay que celebrarlo.
Hemos visto de todo: desde el beso de Maradona a Caniggia en un partido de Boca Juniors hasta la “acostada” de Brian Laudrup cuando marcó el empate frente a Brasil en los cuartos de final de Francia 98.
En BBC Mundo hicimos un recuento de algunas de las mejores, extrañas, divertidas y, por supuesto, peores celebraciones del futbol.
El Mundial de Italia 90 será recordado por la tacañería de su futbol, pero también porque por primera vez una selección africana alcanzaba los cuartos de final.
La principal razón de semejante hazaña fue el buen momento de su delantero, Roger Milla, quien impuso una celebración que hizo historia: la danza de la bandera.
Y especialmente se inmortalizó cuando marcó los dos goles que eliminaron a Colombia en el juego de los octavos de final de aquel torneo.
“Esa celebración de alguna manera cambió la forma en que veíamos al futbol africano. Esa foto está en la memoria colectiva de los amantes del futbol”, le dijo a la cadena CNN el fotógrafo Paulo Teixeira.
Después del milagro africano en Italia 90, los equipos africanos llegaron al Mundial siguiente con otra perspectiva.
Y uno de los países que más había mostrado avances en ese sentido era Nigeria, que llegaba como uno de los equipos a revalidar el renacimiento africano.
Frente a Grecia, en la primera ronda, confirmaron el avance: victoria contundente 2-0. El segundo gol fue marcado por el delantero del Ajax, Finidi George, que no tuvo mejor idea para celebrar que caminar imitando a un perro y levantar la pata.
Es uno de los grandes ídolos de Boca Juniors y algunos hasta lo consideran “el último 10”. La pierna derecha de Juan Román Riquelme fue fundamental para edificar los últimos decenios de gloria del club de la ribera.
Pero su relación con el club, la hinchada y sobre todo con las directivas no siempre fue un idilio. En abril de 2001 estaba en la lucha por un contrato acorde a lo que él creía merecer como la estrella del mejor club del continente.
Pero los directivos de Boca, liderados por el actual presidente de Argentina, Mauricio Macri, no habían dejado clara la situación.
Entonces llegó el superclásico. Riquelme marcó el segundo gol de cabeza y no corrió a celebrarlo con sus compañeros, sino frente a la tribuna donde se suponía que estarían Macri y los demás directivos.
Allí Riquelme se puso las manos al lado de las orejas en señal de protesta. Tras el partido, al ser cuestionado por su pose, le respondió a los periodistas: “Lo hice en honor a mi hija, que le gusta mucho “Topo Gigio” (un muñeco famoso en Argentina que tenía forma de ratón). A ella le gusta mucho”.
Paul Gascoigne es sin lugar a dudas uno de los mejores jugadores británicos de los últimos 30 años. En 1996, para la Eurocopa que se jugaba en su país se perfilaba como uno de los jugadores claves de la selección inglesa.
Pero es bien conocida la vida disipada que tenía el famoso “Gazza”, como era llamada la estrella del Inter de Milán en ese año.
Los periodistas eran implacables. Durante la gira de la selección en Hong Kong antes del gran evento, reportaron los desmanes del jugador en las noches.
Uno de esos desmanes había sido una broma que se llamó “la silla del dentista”, que alguien le lanzaba dos botellas de licor directamente a la boca a uno de los jugadores que estaba sentado en una silla en la misma posición que se está a la hora de una revisión odontológica.
Los medios los despedazaron. Pero Gazza tenía una sorpresa: en el torneo, cuando marcó un golazo frente a Escocia, se lanzó al piso y sus compañeros comenzaron a la lanzarle agua en la boca, al mismo estilo de la “silla del dentista” de Hong Kong.
Otro “polémico”: el italiano Mario Balotelli. Ahora ha vuelto a renacer en el Niza francés, pero su turbulenta experiencia profesional ha estado lleva de altos y bajos.
En 2011 estaba en el Manchester City. Después de una buena primera temporada en 2010, la segunda no comenzó tan bien. Entonces llegó el clásico frente al Manchester United en octubre.
En ese partido, finalmente se destapó y marcó dos goles. En la celebración se sacó la camiseta del club y dejó ver un mensaje en inglés: “¿Por qué siempre yo?”.
Colombia llegó al Mundial de Brasil 2014 sin grandes expectativas: en enero de ese año su estrella, el delantero del Mónaco Radamel Falcao, se había lesionado gravemente.
Pero las cosas salieron un poco distinto: Colombia fue una de las sorpresas del torneo. Ganó los tres partidos de la primera fase. Y cada gol, era un baile. Una celebración. Una fiesta.
Los medios internacionales confundieron el movimiento tropical con una imitación de la coreografía del famoso video de Michael Jackson, “Thriller”. Pero no era así.
Se trataba del baile de una canción de moda en Colombia en ese momento, el “Ras Tas Tas“.
No podemos terminar este recuento sin incluir la famosa celebración del equipo noruego en el Mundial femenino de futbol que se jugó en Canadá en 2015. Frente a Tailandia, las excampeonas mundiales ganaron 4-0.
Y pensaron que la mejor forma de celebrar el segundo gol de Isabell Herlovsen era guardar ese momento para siempre con una “selfie”, aunque fuera con un teléfono imaginario.