ST. CLOUD, Minnesota.- Un hombre vestido como guardia de seguridad privada hirió con un cuchillo a ocho personas en un centro comercial en Minnesota mientras hizo, según algunas versiones, referencias a Alá y preguntó a por lo menos una de las víctimas si era musulmana, antes de que un policía fuera de servicio lo matara a tiros, informaron las autoridades el domingo.
[contextly_sidebar id=”jSC9rrkMPAqdYz3HkZADS2nlO7zdfXza”]El ataque ocurrió el sábado alrededor de las 8 de la noche en el Centro Crossroads en St. Cloud, una ciudad de unas 65,000 personas, a 95 kilómetros (60 millas) al noroeste de Minneapolis.
Las ocho víctimas fueron atendidas en un hospital de St. Cloud con lesiones que no ponían en riesgo sus vidas y todas salvo una fueron después dadas de alta, informó en una rueda de prensa el jefe de policía de St. Cloud, Blair Anderson. La octava persona fue internada sin que se difundieran detalles de su estado de salud.
Un hombre vestido con uniforme de guardia de seguridad privada y armado con un cuchillo atacó a las personas en diversas partes dentro del centro comercial, en corredores, negocios y zonas comunes, dijo el jefe policial.
Un policía de otra jurisdicción que estaba fuera de servicio mato con su arma al agresor, dijo Anderson. El jefe de policía no afirmó a qué cuerpo pertenecía el agente.
El sospechoso hizo por lo menos una referencia a Alá durante el ataque y preguntó a una de las víctimas si eran musulmanas antes de agredirlas, agregó.
Sin embargo, el jefe de policía declinó describir lo sucedido como un acto de terrorismo, señalando que aún se desconocía el motivo de los ataques. “Seremos diligentes y llegaremos al fondo de esto”, dijo Anderson. “A partir de mañana, las cosas no serán iguales aquí”.
La agencia noticiosa Rasd, dirigida por el grupo Estado Islámico, informó el domingo que el agresor era un “soldado del Estado Islámico” que atendió el llamado de esa organización para que sus seguidores perpetren ataques en países que son parte de la coalición que la combate y que es encabezada por Estados Unidos.
Se desconocía de momento si el grupo extremista planificó el ataque o si incluso sabía de antemano que ocurriría.
El Estado Islámico también se ha adjudicado atentados previos que se cree no fueron preparados por la dirección central de ese grupo.
Anderson no identificó al agresor pero recalcó que la policía ya había tenido tres encuentros previos con él, la mayoría por infracciones menores de tránsito.
Las autoridades “no tienen ningún motivo para crear” que hubiera nadie más implicado en el ataque, y que el FBI ofreció su asistencia para la investigación.
“Todo el centro comercial es una escena del crimen”, añadió.
El ataque comenzó poco después de que una explosión dejara 29 personas heridas en un concurrido barrio de la ciudad de Nueva York. Un dispositivo sospechoso fue encontrado a unas manzanas de distancia y fue retirado sin mayor peligro.
Horas antes, una bomba de tubo estalló en Seaside Park, New Jersey, poco antes de que miles de competidores participaran en una carrera de caridad de cinco kilómetros. No había indicios de que los incidentes estuvieran relacionados.
Después del ataque, el centro comercial permaneció en cierre total, sin que se permitiera la entrada o salida de las personas, aunque las autoridades dijeron que se esperaba que la gente que seguía dentro pudiera marcharse a primeras horas del domingo. Fotos y videos tomados en el lugar horas después del ataque mostraban a grupos de compradores esperando a recibir permiso para irse, incluidos algunos reunidos junto a una entrada a la zona de restaurantes.
Harley y Tama Exsted, de Isle, Minnesota que acudieron a St. Claude para ver a su hijo competir en un torneo universitario de golf, se encontraban dentro del recinto cuando sucedió el incidente.
“De pronto oí pop, pop, pop”, explicó Harley Exsted al St. Cloud Times. “Creí que alguien había derribado una estantería. De pronto, la gente empezó a correr. Vi a todo el mundo corriendo hacia nosotros”.
También había noticias de disparos durante el ataque.
La pareja resultó ilesa y dijo haber ayudado a otra mujer que huía del lugar hacia su auto.
Adonis Samuels, de 42 años, de St. Coud, se encontraba afuera del centro comercial donde su esposa Roxanne trabaja como gerente en productos de belleza Clinique, en Macy’s.
“Me llamó por teléfono y me dijo que estaba escondida debajo de un mostrador con una clienta”, informó Samuels. Después me dijo por teléfono que ya estaba fuera de peligro en una zona segura.
Samuels permaneció en el exterior mientras alcanzaba a verla. Dijo que en un momento pudo verla por las puertas de cristal y por lo tanto sabía que estaba a salvo.