Llegó a lo desconocido. Después de viajar cuatro años y once meses por el sistema solar, la sonda espacial Juno ingresó en la órbita de Júpiter este martes.
La nave de la Agencia Espacial de EU (NASA, por sus siglas en inglés) completó con éxito una riesgosa maniobra de 35 minutos: frenar los motores hacia abajo, de manera que pudiera ser aspirada en la órbita del planeta más grande del sistema solar.
En la sede de la NASA en Pasadena, California, los ingenieros gritaban de júbilo y se abrazaban tras confirmarse el éxito de la misión.
“Juno, bienvenido a Júpiter”, dijo uno de ellos.
“Qué gran día para celebrar (4 de julio, día de la independencia de Estados Unidos)”, dijo Jim Green, director de la División de Ciencias Planetarias de la Nasa. “Es un momento espectacular para nosotros”.
“Estoy muy emocionado, todo el equipo está emocionado. Ha sido un viaje increíble”, agregó emocionado Scott Bolton, investigador principal de la misión Juno.
“Finalmente estamos ahí. Júpiter es el rey de nuestro sistema solar, el más grande. Tenemos que ver qué hay dentro, cómo está formado, conocer sus verdaderos secretos“, comentó.
El más mínimo error podía acabar con un proyecto que ha costado $1,100 millones de dólares.
Pero no hubo ningún incidente y ahora la nave Juno, construida como un tanque blindado, está en posición para orbitar durante un año Júpiter.
El objetivo de lamisión es entender cómo se formó este planeta, que según los científicos guarda los secretos de cómo se forman elementos como el agua, helio, metano e hidrógeno.
La información es esencial para saber cómo se formó nuestro sistema solar, la Tierra y los cimientos de la vida como la conocemos.
Júpiter es conocido como una implacable bola de gas.
Ha sido descrita por expertos de la NASA como “un monstruo que gira a tal velocidad que hace que su gravedad lance rocas gigantes, cometas, rayos cósmicos… hacia afuera”.
Esta es la razón por la que, según comentarios de astrónomos recogidos en el sitio de la NASA, lo que más temen los especialistas sobre esta misión es lo desconocido.
Además, durante el tiempo que dure la misión, Juno será expuesto al equivalente de más de 100 millones de radiografías de dientes.
“Las imágenes muestran la radiación extrema que rodea a Júpiter, que es un riesgo muy serio“, dijo Scott Bolton, investigador principal de la misión Juno.
Por eso la estrategia de esta misión es acercarse, tomar los datos y salir.
Juno ya se convirtió en la nave que más cerca ha estado del planeta gigante.