Uno de los mejores recuerdos de la infancia es sin lugar a dudas nuestra alimentación. Pero no estamos hablando de la comida que mamá nos obligaba a comer para crecer sanos y fuertes: hígado encebollado, emulsión Scott y demás asquerosidades. Nos referimos a todas las golosinas que podíamos comprar en la cooperativa y la tienda de la esquina. Estos son algunos de los dulces que seguro marcaron tu infancia si fuiste niño en los noventa.
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Favorito de niñas y niños: un caramelo macizo en forma de diamante de tamaño gigante que te colocabas en el dedo y chupabas todo el día. Ahora entendemos porque nuestra generación tiene altas expectativas cuando se trata de anillos de compromiso.
Uno de los dulces más divertidos de la infancia y el sueño de padres fumadores: que tu hijo desde temprana edad se acostumbrara a una cajetilla de cigarros sin los riesgos de enfisema pulmonar.
Nada decía infancia en los noventa como estos polvos agridulces. Había de muchos colores y la verdad es que no sabían tan diferentes. Pero igual nos peleábamos en las piñatas por los sobres con nuestros colores favoritos. El Tico tico –otro clásico de las piñatas– también era uno de los mejores polvitos agridulces.
Otro dulce que entra en una categoría extraña porque técnicamente era un raspado y no un dulce. Pero no importa porque en época de calor el Raspatito era la mejor forma de llevar azúcar a nuestras venas.