Nadia Comaneci voló hacia la historia con su último movimiento en las barras asimétricas el 18 de julio de 1976.
Era el final de una ejecución impecable, en la que combinó a la perfección su gracia corporal con una técnica nunca vista.
Fueron menos de 20 segundos de rutina, pero que se siguen recordando y admirando 40 años después.
“A veces va tan lento para ti, pese a que la rutina es muy rápida. Vas movimiento tras movimiento, segundo tras segundo“, recordó Comaneci sobre la actuación en la que consiguió el primer puntaje perfecto en gimnasia en unos Juegos Olímpicos.
“Yo no era de las que miraba el marcador inmediatamente después de una rutina pero recuerdo que hubo un increíble ruido”, fue reviviendo el momento en una entrevista con Margarita Rodríguez de BBC Mundo décadas después de su hazaña.
“Incluso en ese momento no estaba segura de lo que estaba pasando porque el marcador sólo tenía tres dígitos y lo que mostraba era 1.00. No había espacio para un 10″.
“Para mí era lo máximo. No podías hacerlo mejor que eso”.
Comaneci tenía 14 años cuando participó en Montreal y está segura que eso fue algo que la benefició.
“Cuando salí de Rumania dije que esperaba ganar una medalla y si era posible una de oro”, fue contando la gimnasta rumana que en 1989 desertó y se radicó en Estados Unidos.
“Sabía que tenía la capacidad de lograr una rutina perfecta, pero prepararte para ello en un entrenamiento y hacerlo enfrente de 15.000 personas son dos cosas diferentes“.
“Cuando lo pienso creo que fue mi edad lo que me ayudó porque no sabes mucho cuando eres una niña… No tienes miedo. También fui sin saber qué había afuera del mundo de la gimnasia, por lo que no tenía la presión que tienen los principales atletas antes de las grandes competencias”.
“Yo nunca tuve grandes sueños porque si no los conseguía, me sentía decepcionada. Siempre me propuse pequeñas cosas para conquistar“.
Además del 10 perfecto en las barras asimétricas, Comaneci logró el máximo puntaje en otras seis ocasiones, ganando tres medallas de oro, una de bronce y una de plata.
En Moscú sumó otras cuatro preseas.
“Creo que es más importante lograr cosas pequeñas cada día y eso te encaminará hacia una dirección que te permitirá alcanzar cosas mayores en el futuro”.
“Yo siempre dije que deseaba ganar una medalla olímpica y gané nueve”, concluyó.
Después de Comaneci hubo otros gimnastas en conseguir la marca perfecta.
Pero ese hito del deporte es algo a lo que ya no se puede aspirar tras la decisión de la Federación Internacional de Gimnasia de modificar el sistema de puntuación en 2006, dividiendo la decisión de los jueces entre dificultad de la rutina y nivel de la ejecución.