Siembra de amapola en 9 estados de México, con extensión de 24,800 hectáreas: estudio
Por primera vez, el gobierno de México con apoyo de Naciones Unidas consiguió monitorear y calcular el nivel de amapola que se cultiva en el país en un año. El resultado: 24 mil 800 hectáreas con siembra de esa planta. Se trata, por citar una comparación, de por lo menos 25 mil campos de futbol.
[contextly_sidebar id=”IzdPwrlBmbSFPB5jFbvrCkhqfxVyUmIz”]El estudio denominado “Monitoreo de Cultivos de Amapola 2014-2015” revela que nueve estados, Sinaloa, Chihuahua, Durango, Nayarit, Jalisco, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, concentran principalmente la siembra de la amapola, planta de la que se obtienen los componentes naturales para producir, entre otras drogas, la goma de opio y la heroína.
Para medir el nivel de cultivo de amapola, México con apoyo de Naciones unidas puso en marcha el proyecto “MEXK24”, cuyo objetivo es monitorear la siembra de cultivos ilícitos de droga a través de imágenes satelitales, y de fotografías aéreas tomadas con distintas aeronaves. En los próximos meses se revelará también el nivel de siembra de mariguana.
De acuerdo con datos de la Oficina contra las Drogas y el Delito de Naciones Unidas y de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) México concentra casi el 10% de la superficie total de siembra de amapola.
Los cárteles mexicanos dominan la distribución de heroína en Estados Unidos, y la alta demanda de ese producto impulsa una alta producción de amapola.
El estudio oficial revelado esta semana, hace además una proyección de las zonas donde es más probable que haya cultivos ilícitos con base en plantíos erradicados en el pasado, y también considerando condiciones físicas y sociales del territorio. Así identifica que las áreas con menos densidad de población y más marginadas, son las preferidas para la siembra de los estupefacientes.
Por ser el primer año que se lleva a cabo esta medición, (periodo julio 2014 a junio 2015) las autoridades no establecen aun una tendencia sobre la propagación o no de cultivos ilícitos, pero indicaron que ya se están recopilando los datos de los últimos doce meses para poder hacer la comparación correspondiente.
Paraísos de la amapola
Los expertos calculan que en doce meses se sembraron 24 mil 800 hectáreas de amapola en el país.
No se trata de hectáreas destruidas de esta amapola, que era la forma tradicional en cómo se intentaba dimensionar los cultivos ilícitos. Son plantíos descubiertos con la tecnología implementada a través de mil 200 puntos de verificación, con el monitoreo satelital y los sobrevuelos para tomar fotografías.
El estudio señala que se encontraron cultivos de amapola principalmente en nueve estados: Sinaloa, Chihuahua, Durango, Nayarit, Jalisco, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
“En otros estados no se detectaron cultivos de amapola en este periodo de estudio, pero no necesariamente significa que estén libres de amapola, sino que por la baja intensidad de muestras elegidas para algunos estados, el área potencial es reducida y puede ser que algunas áreas pequeñas o núcleos con cultivos no fueran observados” indica el análisis
El mapa incluido en el estudio permite identificar en distintas escalas los cultivos de amapola localizados. Con puntos rojos se detectan las áreas de mayor cultivo de esta droga, equivalentes a terrenos de 40 hectáreas o más.
Dichos puntos se concentran en la sierra madre occidental, y concretamente en el llamado “Triángulo Dorado”, que es el área ubicada en la zona limítrofe de Chihuahua, Durango y Sinaloa. Se trata de una zona bajo control histórico del Cártel del Pacífico, aunque con rivalidad otros grupos delictivos..
Guerrero es la otra entidad de las nueve con cultivos de amapola, que concentra sembradíos por encima de 40 hectáreas. Dichos cultivos se ubican en la zona conocida como “Tierra Caliente”, correspondiente a la Sierra Madre del Sur.
Cabe recordar que en esa entidad existen organizaciones como el Comité de Productores de Amapola que agrupa a casi mil 280 pueblos que se dedican a esta actividad. En mayo pobladores de la entidad pidieron que el Ejército detenga las prácticas de fumigación de los cultivos pus dañan el ecosistema y la salud, e incluso se propuso la legalización de la siembra de la planta.
Como el mismo estudio lo señala son las fuerzas armadas las responsables de la detección y erradicación de cultivos de droga ilegal, luego de que la PGR les cedió estas facultades desde 2004 a las fuerzas armadas.
Por otro lado, el análisis subrayó que con esta misma metodología se está monitoreando la dimensión de cultivo de mariguana en el país. Sin embargo, la complejidad de su producción ha retrasado los resultados.
“En la mariguana, a diferencia de la amapola, intervienen otros factores en su forma de siembra y cosecha; es una actividad que puede realizarse a una escala más reducida o en la cercanía de lugares más urbanizados; así como huertos patios, pequeñas parcelas en tierras agrícolas, invernaderos; o bien combinando la siembra de mariguana con cultivos lícitos que dificulten su detección” indica el análisis.
Zonas ideales para el cultivo
El estudio también muestra, por primera vez, una medición que permite establecer un mapa nacional de probabilidades de cultivos ilícitos. Esto se realizó mediante un análisis estadístico conocido como “análisis lógico binominal” utilizando diez variables relacionadas con antecedentes de erradicación.
Los estados de Chihuahua, Durango, Sinaloa, el sur de Nayarit, el norte de Jalisco y el sur del mismo estado en la frontera con Michoacán, así como Guerrero son las zonas con la mayor probabilidad de cultivos.
“El modelo muestra que las áreas con población marginada tiene mayor probabilidad de tener cultivos ilícitos. A medida que se duplica la marginación se produce u incremento de 12% en la probabilidad de cultivos ilícitos” indica el estudio.
El documento oficial del gobierno de México y naciones Unidas también advierte que la densidad demográfica es un factor relevante en las zonas donde hay plantíos ilícitos. En localidades con población menor a dos mil 500 habitantes hay 280% más de frecuencia de plantíos de droga, pero a medida que la población aumenta, la proporción disminuye.
“Esto sugiere que se requiere de áreas pobladas para que existan cultivos, pero poco pobladas preferentemente” indica el análisis.
En cuanto a la zona geográfica, el análisis identifica que las zonas boscosas y principalmente aquellas de selva registran un 13% más de probabilidad de tener cultivos en comparación con otras área.
Si bien las zonas donde se proyecta que puede haber más cultivos son aquellas que se concentran en la Sierra Madre Occidental y en Guerrero y Oaxaca, el estudio también identifica altas probabilidades de cultivo en áreas donde no ha habido operativos.
“Llama la atención el área al norte de la sierra madre oriental donde el mapa muestra alta probabilidad/riesgo, peor donde no ha habido una destrucción histórica significativa. Lo mismo sucede en el estado de Chiapas” indica el estudio.}
Esperan reducir producción
Las autoridades esperan que el proyecto facilite el desarrollo de políticas públicas orientadas a disminuir la oferta ilícita de drogas, al recolectar y analizar información que permita hacerle frente, evitando al máximo, los efectos en la sociedad y de manera particular, en nuestros niños y jóvenes.
“El jefe de la Agencia de investigación criminal de la PGR Tomas Zerón de Lucio, quien encabezó la presentación pública del análisis, dijo que a partir de los resultados obtenidos se podrá diseñar una estrategia más efectiva que permita disminuir la producción real de los estupefacientes”, indica un boletín oficial sobre el estudio.
Zerón subrayó que la complejidad del problema del narcotráfico requiere del esfuerzo internacional conjunto, y en ese sentido destacó la colaboración de la Oficina contra las Drogas y el Delito de Naciones Unidas para el desarrollo de la tecnología y los mecanismos que permitieron hacer este monitoreo.
En ese contexto, destacó la importancia de identificar las características de las comunidades en donde con frecuencia se descubren los cultivos ilícitos de drogas, pues eso permite identificar, detectar y combatir las vulnerabilidades que favorecen que esta actividad ilegal continúe propagándose.
