Las autoridades mexicanas están a punto de igualar al crimen organizado como los autores más comunes de delitos cometidos contra personas migrantes.
[contextly_sidebar id=”F9iiJRX2LJg6gOHfa8Ta09JkTU5mrTaF”]Así lo advierte el Servicio Jesuita Migrante (SJM) y la Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes (Redodem) en el informe Migración en Tránsito por México: rostro de una crisis humanitaria internacional.
La Redodem, que está formada por una vasta red de albergues a lo largo de las tres principales rutas del migrante –golfo, centro y Pacífico-, detalla que en 2015 atendió a un total de 2 mil 091 migrantes que fueron víctimas o testigos de algún delito -84.5% víctimas directas y el 15.4% testigos-, siendo los migrantes hondureños los más agredidos (52% de los casos).
De ese total de 2 mil 091 víctimas, el 45.7% (956) dijo que sufrió al menos una agresión por parte del crimen organizado. Mientras que el 41.5% (867) reportó que su agresor fue algún funcionario de los tres niveles de gobierno. El 12.7% (265) restante fueron particulares que no pertenecían a ninguna banda.
Ahora bien, ¿qué nos dicen estas cifras?
Tres cosas.
La primera: que los delitos del crimen organizado reportados por migrantes cayeron 24% en 2015: se pasó de mil 257 casos en 2014 a 956.
La segunda: las agresiones del crimen bajaron, pero los delitos atribuidos a las autoridades subieron hasta 86%: de 467 agresiones en 2014, se pasó a 868 el año pasado.
Y la tercera, la distancia entre el crimen organizado y las autoridades como autores de agresiones se igualó: mientras en 2014 cinco de cada 10 agresiones eran cometidas por el crimen y dos de cada 10 por las autoridades, en 2015 cuatro de cada 10 agresiones fueron cometidas por la delincuencia y 4 de cada 10 por las autoridades.
El delito ‘preferido’ de las autoridades es el de la extorsión, con el 42% de los casos. Le sigue muy de cerca el robo (40%), y a mayor distancia el abuso de autoridad (6%) y las lesiones (4%).
De las autoridades supuestamente implicadas en la comisión de delitos, destaca la Policía Federal: 53% de los migrantes encuestados dijeron que fueron agredidos por elementos de esta corporación policiaca. Este dato es 15% superior al registrado en 2014, cuando el 38% dijo que fue agredido por federales.
En segundo lugar se encuentra la Policía Local, con 15% de los casos; y en tercer lugar la Policía Estatal, con 13% de los casos.
En cuanto al crimen organizado, el robo es el principal ilícito: 67% de los casos. Le siguen la extorsión (10%), el secuestro (4%) y el homicidio doloso (3%).
Por entidades, el informe de la Redodem destaca que Chiapas concentra el 50% de los casos registrados de agresiones, lo cual supone un aumento de 5% en relación a 2014.
No obstante, cabe precisar que Chiapas es la gran puerta de entrada del Triángulo Norte de Centroamérica –Guatemala, Honduras y El Salvador- a suelo mexicano. De ahí que el flujo de migrantes sea mucho mayor que el de otros estados, y por lo tanto, también el número de agresiones y de capturas del Instituto Nacional de Migración (INM).
Veracruz, en la ruta del golfo de México, es la segunda entidad con más agresiones, con el 15% de los casos. Le sigue Oaxaca, con el 13%.