[contextly_sidebar id=”ldawWsNPdpvSEVMAr5nQyk98bn0iRlGY”]Tras pasar 24 días recluido en el Centro Varonil de Rehabilitación Psicosocial (Cevarepsi), ubicado en Xochimilco, Erick Najar Montaño salió libre la noche de ayer martes luego de que la cadena de supermercados Soriana se desistiera de la denuncia en su contra por presunto robo agravado con violencia de dos manzanas y un refresco de 600 mililitros, con un costo total de 21 pesos.
Ángel Montaño, tío del joven de 32 años que padece discapacidad intelectual, confirmó a Animal Político que Erick salió del penal y que se encuentra en buen estado de salud.
“Afortunadamente, a Erick lo mandaron a un penal que es para personas que tienen alguna discapacidad. Allí el tratamiento fue bueno y la atención médica también, aunque no deja de ser un penal”, dijo Montaño, quien sostuvo que el pasado 20 de abril su sobrino “no robó nada de la tienda Soriana”, a pesar de lo cual los guardias de seguridad “lo trataron como si fuera un delincuente”.
“Cuando los de seguridad de Soriana le dijeron que le iban a hacer una revisión de la mochila, se la hacen pero agrediéndolo, torciéndole la mano. Y cuando lo agreden, lo sacan por la puerta trasera del Soriana, y luego dicen que Erick fue quien golpeó a los guardias para acusarlo de robo agravado con violencia”, expuso Ángel Montaño.
En este sentido, Montaño aseguró que a pesar de que la defensa de Erick pidió a Soriana que mostrara los videos del supuesto robo con violencia, la cadena aún no se los ha mostrado.
Por su parte, la empresa Soriana insistió en un comunicado el pasado lunes que su personal de seguridad actuó según los protocolos en la detención de Erick Najar Montaño al entregarlo ante las autoridades ministeriales de la Ciudad de México. Además, la cadena de supermercados señaló que no era “visible ni evidente” la enfermedad que padece el joven de 32 años, por lo que una vez que quedó constatada su discapacidad, la empresa retiró “de buena voluntad” los cargos en su contra, “en atención al estado de salud” de Najar Montaño.
(Aquí puedes leer el desistimiento que Soriana presentó para dejar en libertad a Najar Montaño)
Sin embargo, familiares de Erick sostienen que “es muy evidente a simple vista” que el joven tiene una discapacidad intelectual.
“Además –expuso su tío-, al momento de que lo registran él traía su credencial de una escuela especial para personas con discapacidad a la que lleva asistiendo toda su vida. Y eso lo vieron los guardias, porque en las actuaciones ministeriales aparece que le encontraron la credencial entre sus pertenencias”.
El pasado 20 de abril, Erick acudió a una sucursal de la tienda Soriana en la delegación Coyoacán. El elemento de seguridad pública que detuvo al joven declaró, por dichos de los testigos, que estando en el área de frutas y verduras, Erick tomó dos manzanas y las guardó entre su ropa, a la altura de la cintura.
“Posteriormente, se dirige al área de cajas en donde toma un refresco, y continua su camino al área de salida. Una vez en las afueras de la tienda, el empleado de seguridad lo alcanza y le solicita su ticket de compra del refresco y las manzanas. En respuesta, Erick Javier Najar Montaño, le contesta que él no compró nada y acto seguido de forma agresiva comienza a tirarle de golpes con ambas manos al empleado de seguridad privada, no logrando lesionarlo”, explica la ficha emitida por el juez del caso.
En ese momento, un segundo testigo, también empleado de Soriana, llega para apoyar al empleado de seguridad privada . “Al tratar de sujetarlo conjuntamente, Erick Najar Montaño, con ambas manos empuja al empleado de seguridad privada, y lo proyecta en contra de la vitrina de un aparador, ocasionando que se rompiera dicho cristal y que el testigo también se cortara la mano izquierda. Acto seguido, proceden a asegurarlo y revisarlo para verificar que no portara algún arma”, añade la ficha.
Según publicó el diario Reforma, tras la detención, a Erick Najar le hicieron firmar una declaración ante el ministerio público, a pesar de que éste solo sabe escribir su nombre y no sabe leer.
“La mercancía jamás fue robada, las manzanas y el refresco salieron por la puerta de atrás y jamás por el área de cajas. Además, Erick se dirigía a pagar cuando fue golpeado”, explicó su abogado, Félix Piceno, citado por el diario el pasado 22 de mayo.