Llegó el día en que miles de estadounidenses comen tacos y beben tequila y margaritas sin saber muy bien qué es lo que celebran.
“¡5 de Mayo!”, exclaman en español aunque no hablen el idioma.
Y más de uno aparecerá con un sombrero típico mexicano y unas maracas, o un poncho, o un bigote, o todo esto a la vez.
Aunque, dicen los más optimistas, las cosas están cambiando.
Esta fecha marca un momento destacado de la historia de México: cientos de soldados mexicanos derrotaron al ejército francés en la Batalla de Puebla, el 5 de mayo de 1862.
Nadie niega que la fecha le pertenece también a EU, ya que la derrota de los franceses frenó el apoyo del potente ejército europeo a las fuerzas de la Confederación en la guerra civil estadounidense.
Pero llama la atención que se celebre con mayor entusiasmo en EE.UU. que en México.
“Para mí fue una gran sorpresa porque soy originaria de Puebla, así que el 5 de mayo siempre fue una fiesta muy celebrada; había un desfile y suspendían las clases”, le dice a BBC Mundo Mariana Barragan, del Centro de Estudios Mexicano–Estadounidenses.
“Después me mudé a Ciudad de México para ir a la universidad y me di cuenta de que allí casi nadie sabía qué era el 5 de mayo, o aunque lo supieran no era feriado ni nada, había clases y la vida seguía como siempre.
“Cuando vine a vivir a Estados Unidos, vi que mucha gente pensaba que lo que se celebra ese día es la Independencia de México y no es así.
“También me sorprendió ver que se celebra más que en mi país”, relata.
Barragan apunta que, a la confusión entre la Batalla de Puebla y la Independencia de México (que ocurrió el 16 de septiembre de 1810), se le suma el hecho de que la celebración perpetúa en muchos casos imágenes negativas.
“Históricamente, la celebración de este día tenía motivaciones más profundas, ahora se ha convertido más que nada en una sucesión de estereotipos, con mucha bebida y comida”, sostiene.
“Es verdad que muchas de las personas que celebran lo hacen para mostrar su orgullo y compartir su herencia mexicana pero definitivamente hay casos en los que imperan los clichés, con el sombrero y la margarita”.
Dentro de EU, la conmemoración del 5 de mayo se originó a mediados del siglo XIX en California, donde un grupo de mineros mexicanos comenzó a celebrar la victoria de sus compatriotas en Puebla.
En la década de 1960, activistas mexicano-estadounidenses reclamaron la fecha como un símbolo de identidad étnica.
A partir de los 70 y 80, las empresas de bebidas alcohólicas, especialmente las cerveceras, vieron en la población hispanohablante un nicho de mercado sin explotar y esto aceleró el proceso de comercialización de la fecha.
Así, una fiesta que nació entre trabajadores de origen mexicano se extendió por las calles de las grandes ciudades de EU, sobre todo de Los Ángeles, y adoptó un tono esencialmente festivo.
Y con este cambio proliferaron los estereotipos.
En el local Revolutionario decidieron darle una utilidad política a este furor gastronómico.
Este jueves, este pequeño restaurante del sur de Los Ángeles ofrece tacos gratis a quienes visiten el lugar.
Su dueña, Susan Park, le cuenta a BBC Mundo que, aparte de como celebración, lo hace como una declaración de intenciones.
“Es un gesto político“, afirma.
“Quiero recordarle a la gente que más del 80% de los agricultores de aquí son de origen latino y, de ellos, más del 70% son mexicanos.
“Es un mensaje para todos aquellos que hablan de expulsar a los inmigrantes y construir vallas que nos separen”, subraya.
Para Park, la fiesta del 5 de mayo no es ni mexicana ni estadounidense, sino una combinación de ambos, “una celebración que le debemos a los chicanos. Es también muestra de la asimilación de los latinos en la sociedad“.
Gastón es uno de los clientes de Revolutionario y dice que vendrá a recoger su taco gratis.
Para él, los problemas que enfrentan los mexicanos que viven en California van más allá de que una persona se ponga un sombrero típico o se dibuje un bigote.
“Si lo hacen con espíritu de fiesta, no me importa. Creo que hay otras cosas más urgentes por resolver“.
Pero Alejandra reconoce que a ella sí le molesta que se rían de los mexicanos, “que los reduzcan a unas maracas, una margarita y un poncho de colores”.
Que la actitud hacia estos gestos está cambiando lo demuestra el hecho de que, en los últimos años, grandes medios de comunicación de EU ofrecierondisculpas por la forma en que informaron sobre la fiesta.
No es probable que aparezcan presentadores con maracas o locutores hablando del “Cinco de Drinko” (juego de palabras en alusión a la bebida), algo que sí ocurrió en el pasado.
“Creo que el interés en lo que realmente significa el 5 de mayo está creciendo”, sostiene Mariana Barragan.
“Y si animamos a la gente a que celebre la Independencia en septiembre, quizá se puedan ir eliminando los clichés negativos”.