[contextly_sidebar id=”ipVVSfNXnLKAw4B5BalPp11ll23QP8IA”]Con la misma firmeza que su personaje de House of Cards, la actriz Robin Wright recurrió a una amenaza para que los productores de la serie le paguen lo mismo que al protagonista masculino, Kevin Spacey.
Durante las cuatro temporadas de la serie de Netflix, Wright ha interpretado a Claire Underwood, la maquiavélica primera dama de Estados Unidos y compañera del político sin escrúpulos Frank Underwood, encarnado por Spacey.
Ambos actores han dirigido y producido episodios de la historia y sus papeles son igual de importantes, según considera Wright.
“Hay pocas series o shows de TV en los que el patriarca y la matriarca son iguales. En ‘House of Cards’ lo son”, dijo la actriz en una conferencia de la Fundación Rockefeller en Nueva York.
Pero durante años los salarios de Spacey y Wright fueron distintos.
Según la revista Forbes, Kevin Spacey ganaba 500 mil dólares por episodio en 2014, el mismo año en el que Wright recibió un Globo de Oro por su papel de Claire. Ella, sin embargo, se embolsaba unos 80 mil menos que su colega.
“Les dije: ‘Quiero que me paguen lo mismo que a Kevin‘”, reveló Wright.
Para respaldar su demanda, la artista usó unas estadísticas que mostraban que por algún tiempo, su personaje había sido más popular que el de Spacey.
“Así que capitalicé este recurso”, comentó, y además les advirtió: “O me pagan (más) o voy a hacer esto público”.
Así que finalmente atendieron su pedido.
Algunas críticas en las redes sociales sostienen que se justificaba que Wright gane menos que Spacey porque aparece menos tiempo en la serie.
Pero otras personas han celebrado el reclamo de Wright y consideran muy raro que haya tenido éxito. Así lo piensa Lisa Maatz, de la Asociación Americana de Mujeres Universitarias (AAUW, por sus siglas en inglés).
“Wright interpreta a un personaje importante y popular. Tiene atractivo y lo ha usado“, dijo Maatz. “La admiro por enfrentar la situación. Pero no todas son tan afortunadas y su situación, el hecho de recibir salarios más bajos, es bastante común.
De acuerdo a la Casa Blanca, el salario promedio de una mujer que trabaja a tiempo completo en EE.UU. es 39 mil dólares, es decir el 79% del ingreso promedio de los hombres, que reciben 50 mil 400.
En otras palabras, las mujeres ganan solo 79 centavos por cada dólar que ganan sus compañeros hombres.
La experiencia de Wright es un recordatorio de que la desigualdad de pago afecta a las mujeres en todas las profesiones.
“Es una sociedad de trabajo predominantemente masculina. Siempre lo ha sido y ésa es la historia. Pero a estas alturas debe ser inaceptable”, dijo también Wright en la conferencia de la Fundación Rockefeller.
“La desigualdad es una pandemia“, agregó. “Las mujeres pueden seguir alzando su voz y pedir ser fuertes y delicadas al mismo tiempo”.