[contextly_sidebar id=”pHbPCP99DYG2FlVeJb0JzKnOCiHBl6ta”]La Cámara de Diputados aprobó el dictamen que reforma su reglamento para expedir el Código de Ética e incluir como obligación de los legisladores acatar disposiciones y procedimientos de su Código de Conducta.
El documento se aprobó en lo general con 318 votos a favor, 26 en contra y 35 abstenciones, en tanto que las reservas presentadas a cinco artículos por las bancadas de Morena y Movimiento Ciudadano fueron rechazadas y se avaló en lo particular con 287 votos a favor, 45 en contra y 33 abstenciones.
Entre las conductas que deben evitarse según el Código de Ética, aprobado este viernes 29 de abril, destacan: no presentarse en estado de ebriedad, evitar las groserías, no ser corrupto o no hacer gestiones que produzcan un beneficio personal.
Los diputados también deberán declinar recibir regalos o donaciones que interfieran con sus funciones y evitar actitudes de abuso de poder.
En cambio, el buen comportamiento de un diputados es: hacer una declaración de interés, llegar a tiempo, velar por la legalidad, y no impedir el desarrollo de las sesiones.
También refiere que los diputados deben actuar con respeto, ejemplo público, transparencia, honradez, independencia, cordialidad, profesionalismo, tolerancia, responsabilidad, integridad, objetividad y “todas aquellas que abonen a la productividad legislativa, al cumplimiento de las obligaciones y deberes que la Constitución y las leyes les confieren”.
Señala que la aplicación de ese código en ninguna circunstancia obstaculizará el fuero constitucional ni impedirá el libre ejercicio de sus derechos, así como la libre manifestación de sus ideas y expresión.
La propuesta fue elaborada por la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias, con base en iniciativas que presentaron por separado los diputados Carolina Monroy del Mazo, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y el panista Jorge Triana Tena.
De acuerdo con Triana Tena, del Partido Acción Nacional (PAN) diputados y senadores tienen una calificación de apenas 5.2 en una escala de 10, y reconoció que excesos y abusos de muchos representantes populares en varias legislaturas han afectado la imagen del legislativo.
Consideró que se debe actuar en consecuencia “porque peligra la legitimidad que como Congreso tenemos, de ser freno y contrapeso de las decisiones del Ejecutivo y de ser representantes populares”.
También dijo que es imperativo que la Cámara de Diputados cuente con un código deontológico de principios y preceptos a seguir, que de manera paradójica no existe para el Legislativo, mientras que en el Poder Ejecutivo se tiene desde 2002 y el Judicial desde 2014.
Con información de Notimex.