[contextly_sidebar id=”wT3DT2wsMxrtbdQ74UpoI2lrHawVG0ZI”]Hay pocos símbolos tan potentes de la prosperidad de una ciudad como su aeropuerto.
Más allá del prestigio que trae el tener una terminal moderna y frecuentada por las grandes aerolíneas, es visto como un elemento crucial en el desarrollo económico moderno.
Algunos economistas aseguran que muchas grandes urbes se están convirtiendo en verdaderas “aerotrópolis”, ciudades enteras cuya vida comercial y económica gira en torno al éxito de sus aeropuertos.
En lo que concierne a América Latina, sin embargo, el panorama ha dejado mucho que desear desde hace años, con servicios aéreos reducidos y caros, pocos aeropuertos y escasa comodidad para el usuario.
Ello ha impedido muchas veces que cumplan como debe ser su papel de motor del desarrollo económico.
Pero en los últimos años, varias ciudades de la región han empezado a hacer inversiones importantes en sus aeropuertos.
Eso que empieza a verse reflejado en las posiciones que ocupan en los listados que compilan varias organizaciones sobre los aeropuertos preferidos por los viajeros en todo el mundo.
Una de estas organizaciones privadas es Skytrax, que todos los años publica la que es tal vez la más lista más conocida de “Los 100 mejores aeropuertos del mundo”.
Aseguran que se basan en 13,25 millones de encuestas completadas por usuarios de 106 nacionalidades.
Entre los 100 aeropuertos del listado, se encuentran apenas 5 latinoamericanos.
Y el mejor ubicado es el aeropuerto internacional Eldorado, en Bogotá.
La terminal de la capital colombiana está en el puesto 46, tres posiciones por delante del aeropuerto de Lima.
En el puesto 62 y 65 se encuentran dos aeródromos ecuatorianos, el de Quito y el de Guayaquil.
Cierra la lista de aeropuertos latinoamericanos el de Tocumen, en Panamá, que se encuentra en el puesto 86 entre los 100 primeros del mundo.
La mejoría en la percepción del aeropuerto bogotano es particularmente notoria. Había ocupado el puesto 94 apenas un año antes.
La terminal bogotana ha sido remodelada y ampliada en los últimos años. A medida que ha mejorado la situación económica y de seguridad en Colombia ha aumentado sustancialmente el número de viajeros al país.
También subió en el escalafón de manera muy sustancial el aeropuerto Mariscal Sucre de Quito, que pasó del puesto 105 al 62.
Esta terminal reemplazó en 2013 al antiguo aeropuerto ubicado más cerca al casco urbano de la capital ecuatoriana.
Ninguno de los aeropuertos mencionados parece estar durmiéndose en los laureles. En Bogotá ya se habla que la expansión acometida resultó insuficiente para todo el tráfico nuevo que se ha generado, por lo que el gobierno colombiano anunció este año planes para construir un aeropuerto alternativo.
Mientras, en Quito se habla también de una expansión planeada para los próximos años.
Y en Panamá, el aeropuerto de Tocumen está actualmente en un proceso de ampliación.
En cualquier caso, haber conseguido apenas cinco puestos entre los primeros 100 revela el atraso que tiene la región en su infraestructura aeroportuaria.
Mientras Skytrax busca identificar aeropuertos apreciados por los viajeros, otras organizaciones van en la dirección opuesta y destacan aquellos que son blanco frecuente de las críticas.
Aunque inevitablemente van a incluir un elemento subjetivo en sus apreciaciones, apuntan a falencias claras en muchos de esos aeródromos.
A finales del año pasado, la página sleepinginairports.net, que solicita opiniones al público vía internet, mencionó dos aeropuertos latinoamericanos en su lista de los diez peores.
El aeropuerto Toussant Louverture, de Puerto Príncipe, la capital haitiana, entra en esa categoría.
Muchos de los usuarios lo describen como incómodo por el calor, la falta de sillas y la pobre calidad del servicio.
También encuentra espacio en esta encuesta informal de aeropuertos muy criticados el de Maiquetía, en Caracas.
La capital venezolana ha venido sufriendo también las consecuencias de la crisis cambiaria que enfrenta el país, que ha llevado a varias aerolíneas internacionales a reducir el servicio a Caracas.
Otro listado anual, esta vez el del Informe Global de Competitividad del Foro Económico Mundial, también ofrece luces sobre el estado de la infraestructura aérea en la región.
En su última edición, coincide en colocar a Venezuela como el peor país de la región en cuanto a la percepción que se tiene sobre la calidad de la infraestructura de transporte aéreo, en el puesto 134 a nivel mundial.
Apenas adelante están Paraguay en el puesto 133 y Haití en el 127.
En cambio, el informe, que recoge la opinión de voces principalmente del sector empresarial, ubica a Panamá como el mejor país de la región en cuanto a infraestructura de transporte aéreo, al colocarse en el puesto número seis a nivel global, por encima de naciones como Suiza o Alemania.
Chile está en el puesto 36 y Ecuador en el puesto 42.
Para John Kasarda, el académico creador del término “Aerotrópolis”, las ciudades que giran en torno a los aeropuertos son la frontera de la nueva fase de la globalización.
El fenómeno definirá a nuestras ciudades tanto como lo hicieron los puertos en el siglo XVIII o los ferrocarriles en el siglo XIX.
Y en América Latina, unas ciudades claramente van más rápido que otras en buscar que esta pieza clave de la infraestructura económica esté a la altura de las necesidades de sus países.