[contextly_sidebar id=”ZnKzkBoT7L0NMzCfgCuppVGfEU1Z4JnH”]Mónica Mayer es la “artivista” –artista y activista– mexicana que, desde la década de los setenta, ha sido referente a nivel nacional e internacional del arte feminista. Su más reciente exposición, Si tiene dudas… pregunte, comienza con un gran tendedero lleno de papeles rosas en los que mujeres comparten experiencias en torno a la violencia sexual que han vivido en espacios públicos de la Ciudad de México.
“El tendedero es una pieza que empezó en 1978, fue una de las primeras exposiciones de arte contemporáneo en el Museo de Arte Moderno. Le preguntamos a mujeres de distintas edades, clases sociales y rumbos de la ciudad qué detestaban de la ciudad”, explica Mónica.
“No era una pregunta ingenua, era para hablar del tema, porque muchas veces cuando preguntas ‘¿qué es lo que más detestas?’ contestan cosas como ‘nada, la basura’, pero cuando profundizas cuestionando ‘¿no te molesta cuando te manosean en el transporte o en la calle?’ ya dicen cosas como ‘¡Sí, eso es horrible!’ Así, se convierte en una cuestión activista, de concientización para quien participa y para quien lo lee después”, cuenta sobre la obra.
Después de haberse presentado en el Museo de Arte Moderno viajó a San Francisco, California, donde fue realizado una vez más y posteriormente “guardado”.
A partir de entonces, Mónica se dedicó a realizar performance y obras de técnicas como pintura, dibujo y medios mixtos, acerca de diferentes temas relacionados con la agenda política del feminismo en México, que van de la violencia sexual en espacios públicos a la legalización del aborto y los diferentes significados de la maternidad.
Según la encuestadora Parametría, siete de cada diez personas han visto que acosan a una mujer en la calle.
Asimismo, la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) de 2015, indica que más de 979 mil personas han sufrido algún abuso y hostigamiento, estupro, violación o acoso sexual; de ellos, sólo el 91% de las víctimas acudió a denunciarlo.
Conforme los resultados obtenidos por Parametría, 14% de los encuestados dicen que las mujeres son culpables, por provocarlo, 67% respondieron que “es un problema de la sociedad” y sólo 16% consideran que es culpa de los hombres que las acosan.
“A mí me preocupaba mucho cómo presentar una obra de hace cuarenta años en un contexto en el que la situación esta igual, o no sé si peor, porque parece estar normalizada”, comenta Mónica acerca de El tendedero.
Y es que después de casi cuarenta años, la obra fue “revivida” en 2007; a partir de entonces, se presentó en cuatro ocasiones: en el MOCA (Museum Of Contemporary Art) de Los Ángeles, en la Universidad Iberoamericana, frente al Palacio de Bellas Artes y en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la UNAM.
Sin embargo, las preguntas que presenta actualmente “El tendedero” son diferentes, “porque el arte es 80% su contexto y 20% lo que se propone como artista”.
Las preguntas que actualmente se presentan en la obra son: ¿cuándo fue la primera vez que te acosaron?, ¿te han acosado en la escuela o la universidad?, ¿cuál es tu experiencia de acoso más reciente? y ¿qué has hecho o qué harías frente al acoso?
“La última pregunta se incorporó para llamar a la acción y no nada más quedarnos en la queja, porque en México tenemos un problema de pasividad aprendida ante el acoso. Tenemos una cultura de no responder, muchas veces por miedo, un miedo justificado”, agrega.
“Nosotras tenemos que cambiar nuestro comportamiento en términos de no quedarnos calladas, porque si te están acosando y nunca dices nada, tampoco se comprenderá que eso no es un comportamiento adecuado. Tenemos que cambiar nuestra presencia en el espacio público, que sea más segura y encontrar mecanismos sociales para estar mejor”, explica.
Actualmente, El tendedero, así como otras piezas se encuentran en la exposición Si tiene dudas… pregunte, dentro del Museo Universitario de Arte Contemporáneo, ubicado en el Centro Cultural Universitario de la UNAM.