Son cifras fabulosas, aunque inevitablemente son estimativas y varían por la naturaleza ilícita de lo que se intenta medir.
Según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, el comercio ilegal del crimen organizado suma ganancias anuales de más de US$2 billones.
Esta cifra equivale a un 3,6% de todo lo que produce y consume el planeta en un año, o en clave latinoamericana, a cuatro veces el PIB de Argentina o casi diez veces el de Colombia, dos países de ingreso medio alto a nivel mundial.
El último informe del Foro Económico Mundial (también conocido como Foro de Davos) llega a una estimación menor –más de US$1 billón– y se basa en una investigación de 2011 del Global Financial Integrity (GFI), un centro de investigaciones basado en Washington.
El GFI elaboró un informe a partir de 12 actividades ilegales.
Las cinco primeras son las siguientes:
Si a estas cifras se le agregan otras actividades (desde el tráfico de órganos hasta la venta de obras de arte) la suma se dispara a US$650.000 millones.
Y si se le añade que la mayoría de las transacciones se hacen en efectivo, el lavado de dinero se vuelve en sí mismo un gran negocio que explica el más de US$1 billón del que habla el Foro de Davos.
BBC Mundo analizó las cinco principales actividades del ranking del GFI:
En 2003, el narcotráfico rozaba US$320.000 millones, una cifra que constituía por sí sola un 1% del Producto Interno Bruto global.
US$320.000 millones
La cifra que mueve anualmente el narcotráfico mundial
La producción se concentra en los países en desarrollo y tiene como principal destinatario los mercados de altos ingresos, principalmente Estados Unidos y los países de la Unión Europea.
En 2008, el rendimiento económico del mercado estadounidense de cocaína ascendió a US$35.000 millones. El cultivo de coca en los países productores recibió unos US$500 millones.
Desde la gran explosión del tráfico de drogas en Occidente con los cambios culturales de los años 60, ninguna estrategia ha dado resultado para combatirlo.
Aunque para muchos la mano dura se ha demostrado impotente para contener el aumento de un comercio globalizado, la estrategia de legalización de drogas tiene también numerosos críticos que temen que incentive un consumo descontrolado.
Ahogar financieramente al narcotráfico resulta cuanto menos arduo en un mundo financiero en donde abundan la opacidad y los paraísos fiscales.
Según Channing Sophia May, investigadora del tema del GFI, esta es una de las claves.
“A diferencia del tráfico de diamantes que es una actividad que opera con mucho trueque por armas en zonas de conflicto, el narcotráfico se mueve en efectivo. Esto necesita de la mecánica del lavado de dinero con la banca en paraísos fiscales, la subfacturación del comercio internacional y el mercado negro de divisas”, indicó a BBC Mundo.
Una parte sustancial del consumo y el comercio mundial son transacciones de productos falsificados. Se estima que este comercio llega a US$250.000 millones.
La Organización Mundial de Aduanas estima que estos productos conforman entre el 5% y el 7% del comercio global.
En 2009, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) calculó su impacto de otra manera.
Según esta organización, que agrupa a 34 naciones desarrolladas y en desarrollo,el comercio mundial de ese año se elevó un 2% gracias al impacto de los productos falsificados.
Una de las tendencias más preocupantes es el producto número uno en el mercado de la falsificación: los medicamentos.
“Cuando una persona compra una cartera falsificada sabe a qué se atiene. Con los medicamentos esto es diferente, en particular con la venta por internet. Uno de los grandes peligros es el impacto no solo en la salud individual sino en la salud pública. Un tipo común de falsificación es el antibiótico con menor dosis del ingrediente activo, lo que genera tolerancia a los virus, algo que puede activar la creación de cepas más virulentas”, señaló Sophia May a BBC Mundo.
Se estima que este rubro de la economía clandestina llega a los US$31.600 millones.
Los especialistas buscan distinguir entre el tráfico humano y el de inmigrantes, pero con frecuencia la frontera entre ambos es borrosa.
Un inmigrante que no puede pagar los costos del viaje y tiene que trabajar con frecuencia de manera esclava hasta pagar lo adeudado es un ejemplo de la dificultad a la hora de diferenciar estos fenómenos.
En todo caso, el tráfico humano circula en una dirección similar al narcotráfico: del mundo en desarrollo al mundo desarrollado.
En su último informe de 2014, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que las ganancias privadas de este comercio ilegal son de US$150.000 millones, una cifra que quintuplica la estimación del GFI.
Según la OIT, unos US$99.000 millones se deben a uno de los dos grandes capítulos del tráfico humano: la explotación sexual.
Los otros US$51.000 millones se deben a la explotación económica e incluyen el trabajo doméstico, agrícola, construcción, industria, etc.
Según May la diferencia en estimaciones se debe fundamentalmente a los años que se comparan y factores circunstanciales como los eventos deportivos en el año de medición.
“El tráfico sexual genera más dinero y muchas veces crece exponencialmente de la mano de grandes eventos como puede ser una copa mundial de fútbol o unas olimpiadas”, señaló a BBC Mundo.
El tráfico de petróleo se estima en US$10.800 millones. Ha estado las primeras planas de los diarios en los últimos dos años por su importancia para el financiamiento del autodenominado Estado Islámico, al que aportaría hasta US$500 millones anuales, ingreso indispensable para su campaña militar.
Pero el negocio está mucho más expandido.
Una de las variantes es el aprovechamiento del petróleo barato a precios subsidiados.
El GFI cita las diferencias del precio entre Irak (US$0.05 el galón) y Kuwait (US$0.79) en 2005 como un terreno fértil para contrabandistas.
La petrolera Shell estima que en 2014 más de 100.000 barriles de petróleo diarios dejaron ilegalmente Nigeria mientras que en México Pemex pierde unos US$700 millones anuales.
“A veces hablamos de contrabandeo del crudo, otras del refinado. Estado Islámico vende el crudo. En México es un buen negocio el robo de petróleo porque es relativamente sencillo extraerlo directamente de los oleoductos de Pemex”, indicó May.
Los casos más conocidos mediáticamente de este tráfico, cuyo valor global se estima en US$10.000 millones son los de elefantes, rinocerontes y tigresvaliosos por el marfil, los cuernos o la piel.
El tráfico de estos productos entre Africa y Asia produce unos US$75 millonesanuales den ventas ilegales y amenaza la existencia de algunas especies.
Según el Fondo Mundial de la Naturaleza, los traficantes comercian anualmente unas 100 millones de toneladas de pescados, un millón y medio de pájaros, y 440.000 toneladas de plantas medicinales.
“La venta de pájaros es particularmente importante en América Latina, en países como Costa Rica. Es venta muchas veces de especies en peligro. Una característica del comercio de vida salvaje es que la ganancia va aumentando a medida que avanza en la cadena”, señala Sophia May.
“En el comercio del márfil el que caza no saca mucho, pero cuanto más se acerca al consumidor más dinero hay”.