[contextly_sidebar id=”apbe23Wp4AMD32ixLQFP43rtfgYVjvCi”]La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó que un mexicano nacido en Sonora y con ciudadanía estadounidense se encuentra entre las víctimas mortales del tiroteo ocurrido en la clínica para personas con discapacidad Inland Regional Center, de San Bernardino.
Se trata de Juan Espinoza, de 50 años de edad. De acuerdo con las autoridades, Espinoza era mexicano y vivía en Highland. Reportes de prensa dicen que era inspector de sanidad en el Departamento de Salud Pública del condado de San Bernardino.
Sobre esta notificación de la SRE, el presidente Enrique Peña Nieto publicó en su cuenta de Twitter el siguiente mensaje:
Lamento que entre las víctimas mortales del ataque en San Bernardino, California, haya un connacional originario de Sonora.
— Enrique Peña Nieto (@EPN) December 4, 2015
La Cancillería precisó que el Consulado de México en San Bernardino estableció contacto con la familia desde el pasado jueves 4 de diciembre. El Consulado de México continúa trabajando para identificar si otros mexicanos pudieran haber sido víctimas del atentado, y para ello realiza visitas a hospitales en donde se encuentran los heridos.
La Oficina Federal de Investigación (FBI) confirmó hoy por primera vez que el tiroteo en San Bernardino del pasado miércoles es investigado como “un acto de terrorismo”.
“Esta resolución se basa en que el tiroteo fue un hecho planeado, por el número de armas y explosivos, entre otros elementos”, declaró el director suplente de la FBI en Los Angeles, David Bowdich.
En rueda de prensa, el funcionario acompañado de autoridades locales y estatales ofreció un recuento de las investigaciones por el tiroteo que dejó 14 muertos y 21 heridos, y que cuya autoría se atribuye a Syed Farook y a su esposa Tashfeen Malik.
Fuentes policiacas confirmaron al periódico Los Angeles Times que los presuntos responsables del ataque tuvieron contacto con al menos dos organizaciones terroristas en el exterior, incluida Nusra Front en Siria y Shabab en Somalia.
Bowdich llamó a la comunidad a no entrar en pánico, tras señalar que no existen evidencias de amenaza de un nuevo ataque, sin embargo invitó a la población a mantenerse en alerta ante cualquier “situación extraña”.
Insistió en que hay elementos suficientes para determinar que el tiroteo del miércoles, en un centro de rehabilitación en San Bernardino, fue un acto terrorista y que incluso los dos sospechosos trataron de destruir sus huellas dactilares, así como material antes de efectuar el tiroteo.
Con información de Notimex y AP.