[contextly_sidebar id=”bV3lK5poIz0beNIjAojtSPFD6TIwaccr”]En su última sesión del periodo ordinario, el Senado aprobó en lo general y en lo particular el decreto de reforma política del Distrito Federal, que entre sus estipulados cambia el nombre de la capital por “Ciudad de México”.
El proyecto de reforma, que ya había sido aprobado con modificaciones por la Cámara de Diputados y avalado por las cinco comisiones unidas del Senado, fue aprobado con 74 votos a favor, 20 en contra y una abstención. No se presentaron reservas, por lo que solo se llevó a cabo una votación.
El decreto fue remitido a los congresos estatales, a fin de cumplir con lo establecido en el Artículo 135 de la Constitución, que establece que las reformas constitucionales deben ser “aprobadas por la mayoría de las legislaturas de los Estados”.
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, expresó a través de su cuenta de Twitter su reconocimiento al Congreso de la Unión por la aprobación de la reforma y agradeció el trabajo de los diputados y senadores.
Con la aprobación del dictamen de la #ReformaPolítica la #CDMX da un paso histórico en el camino hacia su autonomía #mm
— Miguel Ángel Mancera (@ManceraMiguelMX) diciembre 16, 2015
El proyecto de decreto aprobado fue el mismo que avaló la Cámara de Diputados y que contemplaba tres modificaciones al mismo número de artículos transitorios; entre ellas, cambiar el término “salarios mínimos” por “unidad de medida actualizada” y la fecha de registro de candidatos independientes para la Asamblea Constituyente de febrero a marzo de 2016.
Antes de la votación, en tribuna, la senadora del PAN, Gabriela Cuevas, afirmó que a la reforma “le falta ser verdaderamente política, es básicamente administrativa, carece de federalismo y le hace falta ciudadanía”.
La senadora, como ejemplo, señaló que en el proyecto “no existe tal fortalecimiento municipal, no cambian las facultades de las alcaldías, sólo cambian su nombre y su composición será distinta”.
El senador de Morena, Mario Delgado, en su oportunidad, acusó a la administración de Miguel Ángel Mancera de aliarse con Los Pinos en lo que llamó un “vulgar acuerdo para aprobar una constitución que no nos represente”.
Delgado explicó que el arreglo político consiste en la integración de la Asamblea Constituyente. “La principal fuerza política en esta ciudad [Morena] tendrá una subrepresentación significativa de 16 constituyentes, contra 31 del PRI”.
En tanto, el perredista Alejandro Encinas, dijo que el dictamen “es superior en su contenido, con la sola excepción de la creación del constituyente, a todas las iniciativas que anteriormente habíamos presentado“.