[contextly_sidebar id=”0sEc0MWdn5JcbRboTL5jvcKj7RKJGknW”]Dos sobrinos de la primera dama venezolana Cilia Flores, esposa del presidente Nicolás Maduro, fueron arrestados en Haití bajo cargos de tratar de traficar 800 kilogramos de cocaína a Estados Unidos y serán acusados formalmente en Nueva York, dijeron tres personas familiarizadas con el caso.
Los arrestos del martes, cuando faltan sólo tres semanas para que se efectúen cruciales elecciones legislativas en Venezuela, probablemente agravarán las ya de por sí tensas relaciones entre Washington y Caracas, y atraerán fuertemente la atención a las acusaciones estadounidenses de que hay narcotráfico en los niveles más altos del gobierno socialista del presidente Nicolás Maduro, el cual enfrenta múltiples problemas.
Los dos sospechosos, Efraín Campos y Francisco Flores, fueron extraditados desde Haití y serán instruidos de cargos el jueves en un tribunal federal de Nueva York, dijo un funcionario policial estadounidense que insistió en guardar el anonimato debido a que carece de autorización para hablar sobre el caso.
Michael Vigil, ex director de operaciones internacionales de DEA, quien fue informado por autoridades federales sobre la operación encubierta, dijo que Campos y Flores fueron detenidos en Puerto Príncipe, la capital de Haití, tras llegar desde Venezuela en un avión privado. Ambos viajaban con pasaportes diplomáticos pero no cuentan con inmunidad, agregó.
Dijo también que Campos aseguró ser el hijo de Flores e hijastro de Maduro.
Otra persona al tanto del incidente, dijo que Campos es hijo de una hermana de Flores que ya falleció y que fue criado por la primera dama y por Maduro.
Flores, a quien Maduro llama la “primera combatiente”, es una de las integrantes más poderosas del gobierno revolucionario de Venezuela y constantemente acompaña a su esposo en actos públicos. Ambos viajaron esta semana a Arabia Saudí para una reunión cumbre de países árabes y sudamericanos, y se prevé que ella esté con el presidente el jueves, día en que él hablará ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en una reunión especial en Ginebra convocada a solicitud de Venezuela.
Flores, expresidenta de la Asamblea Nacional que ahora se ha postulado al Congreso, se involucró románticamente con Maduro en la década de 1990 mientras fungía como abogada de Hugo Chávez, que en ese entonces estaba encarcelado. Maduro era uno de muchos activistas de izquierda atraídos por el joven y carismático oficial del ejército luego de que éste fuera arrestado por un fallido intento de golpe de Estado en 1992. Se casaron en 2013, poco después de que Maduro fuera elegido presidente.
El ministerio de comunicaciones y la cancillería de Venezuela declinaron hacer comentarios sobre los arrestos bajo el argumento de que carecían de información sobre el incidente. Maduro y Flores no emitieron ningún comentario, y en la cuenta del mandatario en Twitter sólo se hizo mención a sus reuniones en Arabia Saudí con líderes de Oriente Medio.
Fiscales estadounidenses han estado incrementando gradualmente la presión sobre altos miembros de las fuerzas armadas, la policía y el gobierno de Venezuela por su presunto papel en hacer del país una importante zona de tránsito de narcóticos rumbo a Estados Unidos y Europa. El gobierno estadounidense dice que más de 200 toneladas de cocaína pasan cada año por Venezuela, aproximadamente una tercera parte de la que se calcula produce Colombia.
Pero aunque varios funcionarios venezolanos, incluido un exministro de defensa y jefe de inteligencia militar, han sido acusados formalmente o sancionados en Estados Unidos, y muchos más están bajo investigación, ninguna pesquisa por drogas había tocado anteriormente al círculo de íntimos de Maduro.
Los arrestos fueron efectuados en momentos en que el gobierno venezolano está fuertemente afectado por una crisis económica con una inflación de tres dígitos y una escasez generalizada de productos que ha envalentonado a sus opositores. Según las encuestas, los venezolanos podrían propinarle al Partido Socialista Unido su mayor derrota electoral en 16 años en las elecciones legislativas del mes próximo.
Vigil dijo que las negociaciones entre los dos hombres detenidos y un agente encubierto se enfocaron en tener un avión y un piloto que llevara las drogas a Honduras, un popular destino de contrabando para los cárteles que operan en Venezuela, de donde serían trasladadas a Estados Unidos.
La otra persona al tanto del caso dijo que se recolectó abundante evidencia fotográfica y de video como parte de la operación encubierta. El cónsul venezolano en Nueva York, Calixto Ortega, llamó al Departamento de Estado el miércoles para protestar por los arrestos, señaló la persona.