Luego de que al menos 18 perros murieran envenenados en la colonia Condesa, en la Ciudad de México, la delegación Cuauhtémoc informó que implementará un protocolo de actuación “para crisis de envenenamiento de animales de compañía“.
Se establecerá una “red de protección” que cuente con la participación de vecinos, clínicas veterinarias, colegios y asociaciones de médicos veterinarios zootecnistas y especialistas para construir una base de datos con los registros de víctimas, detección de las causas y la ubicación de las zonas de riesgo con el objetivo de establecer acciones preventivas y un protocolo de actuación en caso de una nueva crisis.
Además se pondrá en marcha una campaña informativa para los ciudadanos, se dará asistencia jurídica a los afectados y habrá un barrido y riego “profundo” de las “zonas de riesgo latente”.
“Desde el martes 29 hasta el día de hoy, se han sucedido 18 fallecimientos por envenenamiento. Es una situación grave. Muy grave. El veneno que usaron fue letal”, publicó en Facebook el director de Gestión y Movilidad de la delegación Cuauhtémoc, Javier Hidalgo.
“El animal fallece a los minutos de haberlo consumido (…) Esta situación nos ha permitido detectar, ya, el sitio preciso del envenenamiento, recobrar videos y testimonios para capturar al o a los responsables”, agregó el funcionario local el sábado pasado.
Este domingo 4 de octubre, las autoridades se reunieron con los habitantes y pusieron en marcha un operativo de inspección en el Parque México, que tiene un área especial para caninos.
Unidad de Ministerio Público Móvil instalada en Parque México para levantar denuncias por envenenamiento de perros. pic.twitter.com/aCNB0qHBhq
— Del. Cuauhtémoc (@E_CuauhtemocMX) octubre 4, 2015
La delegación Cuauhtémoc informó que hasta el momento hay siete denuncias ante el Ministerio Público por estos hechos.
Desde las muertes de los canes, se confinaron jardineras y el área para perros del Parque México, se comenzó la búsqueda de cebos o posibles agentes transmisores del veneno y comenzó la recolección de muestras por parte de peritos químicos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) para determinar qué sustancia provocó la muerte de los perros.