[contextly_sidebar id=”J9cVCD26GwVk8knChdeKJ656dUCFBFv7″]El enfrentamiento ocurrido el 30 de junio de 2014 en una bodega de la comunidad de San Pedro Limón, en el municipio de Tlatlaya, en el Estado de México, —donde presuntamente se realizaron ejecuciones extrajudiciales— se debió a que un grupo de militares fue agredido durante un patrullaje, indicó el secretario de la Defensa Nacional (Sedena), el General Salvador Cienfuegos.
El General señaló que siete soldados de tropa y un oficial fueron agredidos y que el sujeto que les disparó se escondió en una bodega.
“Desde el interior les empiezan a disparar a nuestros soldados. Un soldado recibe un impacto en el chaleco afortunadamente y lo tumba con el impacto. Los demás piensan que su compañero está herido o muerto y responden a la agresión y dispararon desde el lugar donde estaban saliendo los impactos, se ven los fogonazos. Después de esto empiezan a disparar otros más de tal manera que son muchos”, dijo el General Cienfuegos en entrevista con Noticieros Televisa.
Agregó que la versión de los militares indica que el enfrentamiento duró alrededor de 10 minutos. “El oficial con otros tres va a ver al soldado que está herido y quedan en la entrada, prácticamente en la entrada del cobertizo, un sargento y dos soldados. El sargento que es la autoridad en ese momento toma la decisión de ingresar al cobertizo y, al momento que ingresa, él dice bueno pues, hay gente que se levanta, que corre, que cerrojea armas. Ellos estaban todavía en un enfrentamiento, habían sido agredidos
“Ellos estaban todavía y hacen su propia defensa, si no lo hacen, los matan y ahí queda el asunto, ya no hay más disparos. Entra ya el resto del personal con el oficial con alguna luz y se dan cuenta que si hay muchos cuerpos, 22 por cierto”, señaló el secretario de la Defensa Nacional.
Estas declaraciones del General Cienfuegos Zepeda ocurren luego de que, en julio pasado, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez presentó un documento de la Secretaría de la Defensa Nacional, en el que quedan inscritas las instrucciones que recibió el teniente Ezequiel Rodríguez Martínez –que estaba al frente de las tropas en Tlatlaya, Estado de México–: “abatir delincuentes en horas de oscuridad”.
Además, el pasado lunes 5 de octubre, un juez federal decretó el auto de libertad a favor de cuatro de los ocho militares acusados por los hechos ocurridos en Tlatlaya, al considerar que el Ministerio Público no aportó los elementos suficientes para culparlos de la muerte de 22 personas ocurrida el 30 de junio de 2014.
Al ser cuestionado sobre el caso ocurrido en Calera, Zacatecas, donde soldados mexicanos presuntamente asesinaron a siete personas, el titular de la Sedena aceptó la responsabilidad.
“Este es un caso que asumimos la responsabilidad completa. Quienes tuvieron que ver con este asunto están en prisión, están siendo juzgados por la autoridad federal correspondiente y, lo que yo podría decir aquí es que hubo una mala decisión de quien tenía el mando de esta actividad que es un coronel”, señaló.
El 20 de julio pasado, la Sedena informó que “identificó indicios” de una “probable” participación de elementos militares en la desaparición de siete personas ocurrida el 7 de julio en Calera, Zacatecas.
Durante la entrevista, el secretario de la Defensa Nacional indicó que la institución atiende cuatro recomendaciones realizadas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, incluyendo el caso de Tlatlaya y destacó la reducción en las quejas de derechos humanos. “Si pudiéramos hacer una comparación del año 2012, que fue el último año de la administración pasada, comparada para el 2013 redujimos en 40% las quejas de derechos humanos”, dijo.
Con información de Noticieros Televisa.