[contextly_sidebar id=”7V84r9lEqFG4r35k5Phnopzod32BUS3Q”]Pemex completó los peores tres meses de su historia.
En casi ocho décadas, la petrolera estatal mexicana nunca había registrado pérdidas como las que anunció el miércoles.
Pemex, una de las principales petroleras del mundo, perdió en el último trimestre un promedio de 110 millones de dólares cada 24 horas.
Reportó una pérdida neta de 167.566 millones de pesos (US$9.921 millones)en el tercer trimestre del año.
Los números, comparados con el mismo trimestre del año pasado, alarman: caída del 22,8% en ingresos netos, del 75% de su utilidad operativa y un incremento del 181% en pérdidas netas.
“Gran llamada de atención”
Analistas consultados por BBC Mundo dan cuenta de un panorama preocupante.
“Si pensamos en Pemex como empresa habría que definir la situación como catastrófica, si pensamos en Pemex como una parte del gobierno, simplemente es un dinero en impuestos que Pemex no está entregando”, apunta el analista petrolero David Shields.
“Es una gran llamada de atención para hacer la gran reforma que está pendiente en México, que es la reforma financiera de Pemex”, considera Luis Miguel Labardini, analista del sector energético de la consultora Marcos & Asociados.
El descenso en los precios internacionales del crudo, una menor producción y la depreciación del peso frente al dólar explican, en parte, este registro histórico para la compañía.
En este trimestre el barril promedió US$41,75, un 54% menos que el mismo trimestre de 2014, y el precio se depreció un 26% desde ese entonces.
Pero este declive en México, noveno productor mundial de petróleo, tampoco es novedad.
“Desde 1938 no ha recibido recursos frescos para fortalecer su estructura de capital, se ha venido financiando en una buenta parte con deuda, tiene un nivel de deuda tan alto que el patrimonio es negativo en US$70.000 millones”, explicaLabardini, quien entre 1990 y 1995 se desempeñó como jefe de asesores del director de finanzas de Pemex.
Desde 2012, Pemex lleva 12 trimestres consecutivos registrando pérdidas.
Pasivo laboral
Las finanzas de la petrolera, que cuenta con 143.000 empleados, también se ven afectadas por el abultado pasivo laboral.
Para contemplar a los empleados retirados y los que lo harán a futuro, Pemex calcula que deberá destinar casi US$100.000 millones.
Al respecto, la compañía dijo el miércoles en un comunicado que se alcanzó unacuerdo con el sindicato en materia de pensiones “que se anunciará de manera conjunta en los siguientes días”.
Pemex también señaló que “se encuentra en un proceso de transformación que le permite (…) adaptarse más ágilmente a las condiciones actuales”.
La compañía, se asegura en el comunicado, busca aprovechar las herramientos de la reforma energética para “diversificar las fuentes de financiamiento y aprovechar las nuevas oportunidades”.
Pero los mayúsculos desafíos de la empresa estatal se dan en un escenario deproducción en declive que no ayuda a cambiar el panorama.
Promedió en el trimestre 2.266 millones de barriles por día (bpd), una baja del 5,5% y lejos de los 3,3 millones de 2004, un nivel que el gobierno espera alcanzar gracias a una ambiciosa reforma energética en diez años.
Pemex suma ya diez años reduciendo sus niveles de producción.
La caja del Estado
La petrolera estatal ha sido, históricamente, un pilar del presupuesto federal.
Sin embargo, con el correr del tiempo su influencia ha ido disminuyendo y la caída fue drástica en los últimos dos años.
Si un par de años atrás, alrededor del 32% del gasto fiscal dependía de Pemex, ahora bajó al 18%.
Con ingresos menores a los esperados, y un presupuesto hecho en base un barril a US$68, cuando ahora se encuentra en US$35, las diferencias están a la vista.
La esperanza de Pemex, consideran algunos analistas, pasa por la reforma energética.
En julio, por primera vez en casi ocho décadas, el país comenzó a licitar a empresas privadas de todo el mundo áreas petroleras para su exploración y explotación.
Como parte de esta histórica apertura petrolera, se espera que próximamente se realicen proyectos conjuntos entre la estatal y compañías extranjeras.
“Va a ayudar porque la competencia va a resultar beneficiosa. Pemex debe acelerar la reforma y la transformación en el sentido de incorporar actores por el lado de la inversión privada”, opina Labardini.
Para Shields, la reforma es “positiva” porque le brinda a Pemex la posibilidad de reorganizare en el sector con base en las dinámicas de competencia y competitividad.
“Es la gran oportunidad, si no la aprovechan sería muy tonto”.
El analista aventura que de no encontrar soluciones, no es impensado hablar deun eventual cierre de la compañía.
“Suena muy drástico -apunta- pero en el mediano o largo plazo, en cinco, diez años, es posible que Pemex deje de tener sentido”.