[contextly_sidebar id=”1enGbQTw2Lr9NLYuJ83GYpr8D5WAxrQE”]Los primeros sondeos indicaban el domingo que el partido izquierdista Syriza, del ex primer ministro Alexis Tsipras, estaba ganando las elecciones generales griegas, aunque sin alcanzar la mayoría absoluta necesaria para formar un gobierno.
Las primeras indicaciones en las encuestas a boca de urna revelaban una puja reñida, con una posibilidad de que el partido conservador Nueva Democracia pueda dar una sorpresa. Se proyectaba que Syriza ganaría entre el 30 y el 40% y Nueva Democracia de 28,5 a 32,5%.
La encuesta indica que ocho partidos parecían encaminados a ganar una presencia en el Parlamento y que un noveno —Unidad Popular, formado por miembros rebeldes de Syriza opuestos a las exigencias del recate financiero— luchaba por alcanzar el 3% mínimo necesario.
Es la tercera vez que los griegos votan este año después de los comicios de enero que llevaron a Tsipras al poder con una plataforma opuesta a los rescates y de un referendo en junio que Tsipras convocó pidiendo a los votantes que rechazaran las propuestas de reformas exigidas por los acreedores.
Los centros de votación cierran a las 19.00 horas (1600 GMT).
Tsipras, de 41 años, renunció unos siete meses después de comenzar su período de cuatro años tras enfrentar una rebelión en el seno de su partido Syriza por dar un giro y aceptar los cortes de gastos y aumentos de impuestos estipulados por el rescate. Tsipras había ganado las elecciones de enero con promesas de abolir dichas medidas, vinculadas a dos rescates financieros anteriores.
Panos Skourletis, miembro de Syriza y ex ministro de energía, aplaudió los primeros resultados. “Es la primera vez que un partido trae un arduo acuerdo de rescate y es recompensado”, afirmó a la televisora privada Alpha. “Hasta ahora, el electorado era claramente anti-rescate”.
El ex ministro de finanzas Euclid Tsakalotos pronosticó estabilidad para Grecia. “Creo que seremos el primer (partido)”, dijo a la televisión Star. “No puedo decir que sea un gobierno para cuatro años, pero lo que puedo afirmar es que es muy improbable que haya elecciones en los próximos 12 meses”.
Tsipras sostuvo que no tuvo otra opción que aceptar las demandas de los acreedores europeos de aumentos de impuestos y reducciones de costos a cambio del tercer rescate financiero de Grecia, un paquete por 86.000 millones de euros (97.000 millones de dólares). Había prometido repeler las medidas impuestas a cambio de los dos rescates anteriores.
Sin embargo, sin el tercer rescate, finalmente concretado, Grecia —que depende de préstamos internacionales de rescate desde 2010— enfrentaba la bancarrota y una salida desastrosa de la zona de la divisa común.
Tsipras pidió a sus compatriotas dar un mandato sólido al próximo gobierno para permitirle gobernar durante cuatro años y “continuar con la misma decisión para librar las batallas en defensa de los derechos de nuestro pueblo, no solamente en Europa sino también esta vez dentro del mismo país”.
“Soy optimista”, declaró Tsipras después de votar en su vecindario ateniense de Kypseli. “Mañana comienza un nuevo día”.