[contextly_sidebar id=”Gg4hMKoNXs26d8nkNrhTjdyJ0VmMDN2J”]El padre Alejandro Solalinde, fundador del albergue Hermanos en el Camino de Ixtepec, Oaxaca, denunció la existencia de una presunta red de corrupción al interior de los centros de detención del Instituto Nacional de Migración (INM), para extorsionar a migrantes cubanos que buscan llegar a Estados Unidos a través de suelo mexicano.
Durante una rueda de prensa celebrada ayer viernes en el Centro Pro Derechos Humanos, en la Ciudad de México, el sacerdote y activista apuntó que en las estaciones migratorias de Tapachula (Chiapas), Palenque (Chiapas), San Cristobal de las Casas (Chiapas), Acayucan (Veracruz) e Iztapalapa (DF), han documentado casos de extorsión a familiares de los cubanos detenidos que residen en la Unión Americana, a quienes los delincuentes les exigen pagar entre 3 mil y 5 mil dólares.
De acuerdo con denuncias recabadas por el personal del albergue, entre los extorsionadores se encuentran elementos del propio Instituto Nacional de Migración, así como abogados. Acusación que el INM rechazó a través de un comunicado.
“Los migrantes cubanos son los que están dejando más dinero al interior de las estaciones. Se han convertido en un botín para los agentes del Instituto”, subrayó el padre Alejandro Solalinde.
Por su parte, Alberto Donis, coordinador del albergue Hermanos en el Camino, expuso que llevan desde el 2012 documentando “cientos” de agresiones a migrantes de nacionalidad cubana. En concreto, detalló que han atendido 900 denuncias de cubanos que aseguran haber sido objeto de hostigamiento, amenazas y extorsión al interior de algunos de los centros de detención del INM.
De esos 900 casos, Donis precisó que en al menos 100 lograron reunir todas las pruebas necesarias para llevar a cabo la elaboración de una denuncia, aunque por el momento han presentado 15 de manera formal ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra funcionarios del INM y particulares, las cuales ya se encuentran en investigación, mientras que en otros dos casos “ya están por consignar” a los presuntos culpables.
En cuanto a cómo opera la presunta red de corrupción al interior del INM, Alberto Donis explicó que, de acuerdo con lo documentado por el albergue, hay tres formas de extorsionar a los migrantes.
Una, agentes del INM engañan a los migrantes al hacer la llamada telefónica a la que tienen derecho una vez que entra en la estación migratoria (que no es realizada) y les dicen que no se logró el contacto. Posteriormente conservan los datos del número telefónico y nombre del contacto del familiar residente en Estados Unidos, incomunican al migrante en tránsito y llaman realmente al familiar en Estados Unidos para extorsionarlo, al decirle que tienen a la persona en algún punto de la Unión Americana y que requieren entre 3 mil y 5 mil dólares para dejarlo en libertad.
Dos, hacen creer a los familiares que el migrante está secuestrado y exigen un rescate.
Y tres, cobran a los migrantes una suma de dinero por obtener el oficio de salida que el INM debe otorgar de manera gratuita a aquellos indocumentados que no puede deportar a su país de origen, para que éstos puedan transitar libremente por el país y alcanzar la frontera de Estados Unidos.
Cabe resaltar que, a diferencia de la migración centroamericana, los indocumentados isleños no pueden ser repatriados si el gobierno de Cuba no accede a recibirlos. Razón por la cual es común que los cubanos salgan de las estaciones migratorias mexicanas con un oficio de salida, tras varias semanas de detención, o incluso meses.
En relación al caso que dio a conocer el pasado jueves 30 de julio la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), sobre una presunta agresión a dos migrantes cubanas en la estación de ‘Las Agujas’, en el Distrito Federal, el padre Alejandro Solalinde lamentó que no se les permitiera el acceso a las instalaciones del centro de detención para conocer la denuncia.
Solalinde aseguró que, de acuerdo con testimonios recabados al interior de la estación migratoria, las mujeres fueron “arrastradas desnudas cuando se encontraban en las regaderas”, debido a que éstas previamente se habían inconformado por la deportación de un grupo de cubanos, a pesar de que éstos contaban con un amparo contra la repatriación.
El activista religioso dijo que no se levantó denuncia de los hechos porque el INM se apresuró a dar oficios de salida a las cubanas, para que éstas abandonaran el país.
“Siempre que hay un delito al interior de las estaciones, el INM lo que hace es dar un oficio de salida para que la personas se vaya. Y así, otra vez, el caso de las cubanas queda impune”, lamentó Solalinde.
Por su parte, el Instituto Nacional de Migración emitió un comunicado tras la rueda de prensa de Alejandro Solalinde, en el que rechazó “las acusaciones infundadas que sin ningún sustento demeritan el trabajo de funcionarios del INM”.
En el texto, la dependencia refiere que en los últimos tres días se han hecho señalamientos de presuntos malos tratos a migrantes cubanos en la estación de Iztapalapa, “situación que revisa la Quinta Visitaduría de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), quien incluso en el momento de la denuncia se encontraba presente en la estación migratoria”.
La dependencia asegura que tras conocer los señalamientos sobre un presunto maltrato en la estación migratoria de Iztapalapa, en el DF, ofreció poner a disposición de la CNDH “las grabaciones del circuito cerrado que se tiene en la estación, para que se pueda constatar que no se registró ningún tipo de incidente y que las actividades de esa estancia de alojamiento se llevaron a cabo con normalidad”.
Aquí puedes leer el comunicado del INM íntegro.