[contextly_sidebar id=”a0wQodxiWOKvmPHavyxKk1fVdfZb69tK”]Acostumbrados como estamos a la abundancia de fútbol en la televisión, a muchos les sorprenderá saber que hace 30 años la máxima categoría del fútbol inglés empezó sin presencia en la pantalla chica.
De hecho, no fue sino hasta enero de 1986 cuando se televisó el primer juego de la temporada 1985-86, una vez que se solucionó el pulso que en ese entonces mantenían la liga de fútbol y las dos televisoras locales: ITV y BBC.
Discutían porque las televisoras ofrecían nada más 19 millones de libras esterlinas de las de entonces –equivalentes a £55 millones hoy día: 86 millones de dólares– por cuatro años.
Y la liga, que sentía que £90 millones era un valor más justo, al final terminó aceptando nada más £1,3 millones (£3,74 millones al valor actual, 5,8 millones de dólares) por nueve juegos del campeonato de primera división y la FA Cup.
En contraste, esta temporada en Inglaterra se transmitirán 154 partidos de la Premier League en vivo a cambio de£1.000 millones (mil 558 millones de dólares).
Y, para las siguientes tres temporadas, la Premier League ya acordó la transmisión de 168 partidos en vivo al año por la bicoca de £1.720 millones (2 mil 678 millones de dólares), a los que hay que sumar los derechos internacionales.
¿Cómo se llegó ahí? ¿Qué cambió?
La principal diferencia es que hace 30 años las estaciones de televisión se podían contar con los dedos de la mano y por ende eran éstas, y no los equipos de fútbol, las que tenían la sartén por el mango.
Pero, como explica Robin Jellis, editor de la revista TV Sports Markets, luego llegó la televisión por suscripción “y con ella la necesidad de contenido premium –como el fútbol de la Liga Premier– para empujar las ventas”.
Para Jellis, fue precisamente el lanzamiento de la Liga Premier en 1992-93, combinado con la decisión de Rupert Murdoch de emplearla como el principal gancho para la venta de suscripciones a SkyTV, lo que marcó el inicio de una competencia que desde entonces sólo ha visto a los precios subir y subir.
En un primer momento, la competencia la pusieron proveedores como Setanta o ESPN. En la actualidad la inflación es producto de la competencia entre Sky y BT.
Y, en el futuro, Jellis cree que la competencia la pondrán proveedores como Discovery –que se garantizó los derechos para la transmisión de los Juegos Olímpicos en Europa –, BeIN y hasta el canal deportivo de Al Jazeera.
“No puedo imaginarme nada que no sea una competencia agresiva por los derechos dentro de tres años”, le dijo el analista a la BBC.
Y aunque toda burbuja eventualmente revienta, Jellis cree que el momento todavía no ha llegado, especialmente con la Liga Premier preparándose para vender un nuevo pedazo de sus derechos de transmisión internacional.
El valor actual de estos se estima en £2.000 millones (3 mil 113 millones de dólares) y Jellis cree que muy probablemente se multiplicará.
La Liga ya anunció un nuevo acuerdo con NBC en EE.UU., por un valor aún no divulgado, y la competencia por los derechos para Medio Oriente y el norte de África entre BeIn y Abu Dhabi Media se prevee feroz.
Además, Asia es otro mercado gigante, como demuestran las numerosas giras asiáticas emprendidas todos los años por los equipos de la Liga Premier.
Por lo demás, todo este dinero les ha permitido a los clubes ingleses comprar a cada vez más estrellas, lo que a su vez aumenta el atractivo de la Liga y por consiguiente su valor.
Y ahí también hay una inmensa diferencia con hace 30 años, como explica el comentarista de la BBC John Motson.
“En 1985-86 el fútbol inglés era un producto muy diferente a lo que es hoy. Había pasado por un período muy malo en materia de relaciones públicas con el incendio de Bradford, los disturbios de Luton y la tragedia de Heysel”, recuerda Motson.
“Suena extraño decirlo, pero el fútbol no estaba de moda, sino todo lo contrario”, señala el comentarista, quien dice haber cubierto un partido del West Ham con nada más 12.000 espectadores en el estadio, algo impensable hoy.
“Poco a poco las cosas fueron mejorando. Algunos dicen que fueron los buenos resultados de la selección inglesa en Italia 90, otros al dinero que empezó a entrarle a la Liga Premier”, indica Motson.
Sean cuales sean las razones, muchos se preguntan si ese dinero no terminó de darle a la liga inglesa una ventaja que otras ligas ya no van a poder alcanzar.
Por ejemplo, según Jellis el equipo campeón de Italia actualmente puede esperar recibir entre US$33 y US$44 millones de dólares en derechos televisivos, mientras que se estima queel equipo que quede de último en la Liga Premier en 2016-17 podría recibir hasta US$155 millones.
Esa diferencia habría sido impensable hace 30 años, cuando las grandes estrellas y los grandes salarios se concentraban precisamente en Italia.
Lo interesante es que en la última final de la Champions League había un equipo italiano, mientras que ningún equipo inglés llegó siquiera a semifinales.
Lo que significa que la Premier League todavía tiene espacio para crecer.