[contextly_sidebar id=”6CsU5Pu1dbWExpNzFU2dyKvf8ZFYWIvz”]Autoridades de la localidad estadounidense de Ferguson, Missouri, decretaron este lunes 10 de agosto el estado de emergencia, por los disturbios registrados a un año de la muerte del joven afroamericano Michael Brown, a manos de policía blanco.
La noche del domingo 9 de agosto hubo un tiroteo y enfrentamientos entre manifestantes y policías, tras las concentraciones que conmemoraban el primer año de la muerte de Brown, y este lunes se reportaban al menos 56 detenidos.
“Los recientes actos de violencia no serán tolerados en una comunidad que ha trabajado sin descanso durante el último año para reconstruirse y volverse más fuerte”, señaló un funcionario del Condado de Saint Louis, Steve Stenger.
La orden ejecutiva puso a John Belmar, del departamento de policía del condado, al frente de las operaciones en Ferguson y áreas aledañas.
La procuradora general estadunidense Loretta Lynch señaló que la restauración de la confianza entre la policía y las comunidades es una de sus prioridades, y advirtió que los cuerpos policiales tienen derecho a defenderse cuando son atacados.
Lynch encabeza mesas de discusión en una gira de seis ciudades para subrayar el trabajo que ciudadanos y autoridades están realizando para mejorar sus relaciones.
En tanto, la salud del sujeto, que según las autoridades, le disparó a la policía es crítica después de ser herido por los agentes que respondieron al ataque, informó el jefe de policía del condado de St. Louis.
Pero el padre del sospechoso dijo que la versión policiaca de los hechos era “un montón de mentiras”. Indicó que dos muchachas que estaban con su hijo le dijeron que estaba desarmado y que había quedado en medio de una disputa entre dos grupos de jóvenes.
Los fiscales del condado de St. Louis anunciaron cargos contra Harris: cinco por acción criminal con arma de fuego, cuatro cargos de ataque en primer grado contra un agente de la ley y uno por posesión de arma. Los 10 son delitos graves.
Con información de AP y Notimex.