El Puente de Cristal del Gran Cañón de Zhangjiajie, China
“La naturaleza es bella tal como está. Uno quiere causarle el menor impacto”, dice el arquitecto y laureado poeta israelí Haim Dotan.
“Por lo tanto, el Puente de Cristal de Zhangjiajie en China fue diseñado para ser lo más invisible posible, un puente blanco que desaparece en las nubes”.
Cuando su construcción se termine en julio, será también el puente de vidrio más largo y alto en el mundo.
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Con su piso de cristal y cables de suspensión laterales, el puente tendrá 380 metros de longitud y colgará 300 metros sobre el suelo de un cañón en la provincia de Hunan.
Citando al antiguo maestro chino del Tao, Lao Tzu, Dotan espera crear la experiencia de estar suspendido en el medio del aire: “Un gran sonido no se oye, una gran forma es invisible”.
Otro proyecto –solo en planos hasta ahora– opta por usar un acantilado como pared.
Cliff House (Casa del Acantilado), del grupo de arquitectos Modscape, está “inspirada por la forma en que los percebes (especie de molusco) se adhieren al casco de un barco…
“Así, el edificio pretende ser una extensión natural del acantilado, en vez de algo que se incorpora al paisaje, creando una conexión absoluta con el océano”.
Unos módulos prefabricados están anclados a la pared del acantilado con unos pernos de acero y a la casa se entra a través de un garaje “donde un ascensor conecta verticalmente al usuario a través de cada uno de los espacios habitados”.
Terminado en 2012 y diseñado por los arquitectos noruegos del grupo Reiulf Ramstad, el Centro de Visitantes de Trollstigen es uno de cinco proyectos arquitectónicos sobre una ruta turística del oeste de Noruega que tiene 106km de recorrido.
Encaramado en un desfiladero entre fiordos profundos, el lugar solo puede ser visitado en el verano, debido a la inclemencia del tiempo invernal.
Según Reiuelf Ramstead “la intervención arquitectónica es respetuosamente delicada y fue concebida como un hilo delgado que guía a los visitantes entre miradores impresionantes”.
La más alta y grande “piscina infinita” del mundo está situada sobre el techo del hotel Marina Bay en el piso 55.
Diseñada por el arquitecto israelí Moshe Sadfie, la Piscina Infinita Sands Sky Park fue inaugurada en 2010 y tiene un “borde escondido” de 146 metros.
Abarca tres torres de un hotel que, según Safdie, se inspiró en un mazo de cartas. La vertiginosa caída tiene la longitud de tres piscinas olímpicas.
Terminada en 2009, esta torre de observación fue inspirada por la estructura de una hélice doble y tiene una espiral vertiginosa para quienes sean lo suficientemente valientes para mirar hacia abajo.
Diseñada por los arquitectos alemanes Terrain, está compuesta de dos escaleras que giran entre sí, permitiendo vistas del paisaje en distintos puntos.
El río Mur marca la frontera con Eslovenia y lo que solía ser una zona restringida a lo largo de la Cortina de Hierro es ahora parte del Cinturón Verde Europeo, que permite a los visitantes tener una referencia histórica mientras contemplan la naturaleza.
No conformes con hundir su propuesta de vivienda dentro de la pared de un acantilado, los arquitectos griegos OPA Works colocaron una piscina sobre el techo.
Laertis-Antonios Ando Vassiliou y Pantelis Kampouropoulos describen su Casa Brutale -que todavía es un concepto- como un “homenaje poético al Brutalismo”, un estilo arquitectónico que tuvo su auge entre las décadas de 1950 y 1970.
Incluso la cama está moldeada en hormigón.
Otro concepto, esta pasarela en espiral fue diseñada por la oficina de arquitectos Zalewski Architecture como una forma de tomar un paseo fuera de la oficina.
La idea de un espacio exterior adicional se les ocurrió en un caluroso día de verano, tras sentirse poco motivados a salir al patio oscuro situado fuera de su estudio en un tercer piso de la localidad de Gliwice.
Sostenida por cuerdas amarradas entre edificios contiguos, la estructura de metal cubierta por hierba permitiría a los residentes caminar al aire libre.
“Otro día de verano en la oficina y un pensamiento de ‘si pudiera salir a caminar…’ se convirtió en una inspiración para un proyecto de un paseo suspendido en el aire”, dijeron los arquitectos.
“Un sendero normal es sinuoso, serpentea, no lleva directo a la meta, sorprende, relaja, te pone en contacto con la naturaleza. Por eso nuestro camino debería fluir libremente”.
Sobresaliendo del piso 24 del hotel Holiday Inn de Shanghái, esta piscina no es apta para los débiles de corazón.
Su parte honda es muy profunda. Su fondo de cristal (diseñado por la firma de Singapur Chan Sau Yan Associates) permite a los nadadores darle un vistazo a la calle de abajo.
La piscina es parte de una moda de estructuras voladizas con otros ejemplos parecidos en España, Australia, Dubái e Indonesia.
Lee el artículo original en inglés en BBC Culture