El gobernador Rodrigo Medina deja la entidad con una deuda pública que creció 75% durante su gestión.
Uno de los pendientes más importantes que deja el gobernador saliente de Nuevo León, Rodrigo Medina, está en el manejo de las finanzas públicas. Durante este sexenio la deuda pública creció 75% y se convirtió en la más grande per cápita del país.
Entre 2009 y 2014 la deuda de esta entidad pasó de 6 mil 981 pesos por habitante a 12 mil 203 pesos, según un análisis del centro de estudios México Evalúa.
Además, mientras la deuda aumentó lo que se vino abajo fue el porcentaje de inversión pública respecto al gasto total; lo que significa que el incremento en los ingresos financiados con deuda se destinan en su mayoría al gasto corriente.
En 2009 el porcentaje de inversión era de 12.66% y para el año pasado pasó a 2.04%.
La conclusión de México Evalúa es que el manejo de deuda pública será uno de los principales retos para el próximo gobernador.
“Un gobierno que se endeuda tiene una mayor responsabilidad para rendir cuentas sobre sus decisiones financieras, ya que el adquirir deuda, por más benévola que ésta pudiera ser, implica erogar recursos públicos exclusivamente al pago de sus intereses y otros costos asociados”.
Pero hay otros pendientes que deja el gobernador Rodrigo Medina, pues según la última Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental, el 85.73% de los ciudadanos de Nuevo León perciben “una alta ocurrencia de prácticas corruptas”; cifra que aumentó en los últimos años, pues en 2009 era de 79%.
Otros indicadores que muestran los pendientes de Nuevo León son en el tema de educación. En la prueba PISA de la OCDE, esta entidad obtiene los mejores resultados que el promedio nacional pero su puntaje ha retrocedido.
En lectura, por ejemplo, en nivel uno o sólo con las competencias más elementales; en 2009 estaban el 30% de los alumnos. Tres años después, ese porcentaje aumentó a 31.6%; por lo que más estudiantes se ubicaron en la posición con las habilidades mínimas.
Nuevo León es una de las entidades del país en la que este 7 de junio se elegirá gobernador. Pero además, los ciudadanos deberán ir a las urnas para votar por 26 diputados de Mayoría Relativa, 16 de representación proporcional y 51 presidentes municipales.
La participación durante la última elección de gobernador, en 2009, fue de 54.61%, cuando ganó Rodrigo Medina como abanderado del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Desde 1991, el promedio histórico de votos para el ganador es de 55% con un margen de victoria de 16.27%. Pero en esta elección de 2015 hay un elemento que nunca antes había entrado al juego: hay un candidato a gobernador independiente, sin partido y según las encuestas, con posibilidades de ganar.
A la fecha, el PRI ha gobernado la gran mayoría de los municipios del estado. El PAN, su rival más cercano, no ha podido conquistar ni el 40% de los municipios neoleoneses.