[contextly_sidebar id=”jbVPxXx2LRpHjZLoAwY32scsvovFOE6c”]El centro de distribución de Coca-Cola en el municipio de Arcelia, Guerrero, suspendió actividades de manera definitiva por la situación de inseguridad en la región, confirmó la empresa.
“El 20 de mayo se suspendieron definitivamente las labores del Centro de Distribución en Arcelia, con base en la evaluación final de la operación de acuerdo con las condiciones del entorno. Por esta razón fueron desincorporadas 47 personas según lo estipula la ley. La distribución local continuará en forma tercerizada. Cabe destacar que en otras localidades del estado continuamos operando normalmente de acuerdo con nuestros protocolos y procedimientos”, informó la empresa a Animal Político vía correo electrónico.
Coca-Cola Femsa explicó a Animal Político que al hablar de inseguridad en la región no sólo se refiere a la provocada por el crimen organizado, sino también a manifestaciones y protestas violentas que no les permiten operar tranquilamente y provocan pérdida de camiones y producto.
Sin embargo, la empresa aseguró que seguirá vendiendo Coca-Cola en el municipio y en todo el estado, aunque para Arcelia contratará un proveedor externo para la entrega del producto, por lo que ya no utilizará sus camiones.
Coca-Cola informó que la planta de Chilpancingo cerró en mayo también “por el entorno complicado” y precisó que en Iguala cerró “por una estrategia de eficientar los procesos”.
En febrero pasado, la planta de Coca-Cola en Chilpancingo cerró de manera temporal después que dos empleados de la empresa fueron retenidos por maestros y normalistas como respuesta a la detención de tres estudiantes, quienes fueron acusados de robar un camión de Coca-Cola.
Miembros de la CETEG presuntamente ingresaron a las instalaciones de Coca-Cola en Chilpancingo para sustraer al gerente y a otro empleado como medida para que los estudiantes detenidos fueran liberados.