Ismael Serrano nació el 9 de marzo de 1974 en Madrid, España, y creció en Vallekas, un barrio entonces obrero. Desde pequeño los temas políticos se escuchaban y debatían en la sobremesa de su casa. Hijo de padre periodista, Ismael se encontró sí, con periódicos diversos, y en el tocadiscos de su hogar con la música de Juan Manuel Serrat, Víctor Jara, Mercedes Sosa y Silvio Rodríguez. Pudo acceder a América Latina desde los libros y poesía de Jaime Sabines, Mario Benedetti y Pablo Neruda que estaban en su casa.
“Todo ello, inevitablemente, influyó en mi manera de estar en el mundo, de mirar hacia el mundo y poder cantar”.
Hoy, el cantautor español promueve su noveno disco, “La llamada”, y la noche de este sábado 30 de mayo se presentará en concierto en el Teatro Metropolitan.
“Yo simplemente le canto a lo que me emociona, y resulta que me emocionan mis historias de amor y desamor, a mis éxitos y fracasos, a mis búsquedas, mis encuentros, mis desencuentros, a mis miedos, pero también a mi visión del mundo desigual. Leo las noticias en el periódico: ‘¿Qué le pasa a mi vecino?’ La lucha y tragedia ajena, es inevitable. Me emociona porque somos animales sociales y no puede ser de otra manera”, cuenta en entrevista telefónica con Animal Político.
Para Ismael Serrano la música es una terapia y una buena acompañante durante las catástrofes sociales y, por supuesto, en el desamor “porque hay un empeño en rescatar la belleza ante el fracaso” y también para “establecer vínculos que nos ayudan a recuperar nuestra esencia de animales sociales”.
En su disco “La llamada” combina la poesía con aire de fiesta y sonidos de América Latina, desde ritmos de rock de combate, pop, canción romántica, samba, son, candombe y hasta bachata. Aunque Ismael Serrano tiene clara su propuesta musical, se distancia de ser un activista.
“Cuidado porque a veces el activismo se puede convertir en un oficio y no es función del cantautor. Algunos cantantes se profecionalizan en eso y abandonan la parte acústica. No, yo soy un tipo que escribe canciones y escribo canciones sobre lo que me emociona”, destaca.
De México, a Ismael le asombra cómo es que musicalmente, y estando tan cerca de Estados Unidos, defiende de manera tan clara su identidad. “Esa resistencia a lo anglo me parece épica”.
Y se despide anunciando que su disco sabe y se escucha a América Latina.
“Vivimos en un tiempo nuevo en que los ciudadanos nos estamos mirando los unos a los otros como hacía tiempo no ocurría y eso merecía acudir sobre todo a ritmos tradicionales latinoamericanos porque quizá esa tradición musical sea la más nutrida auténticamente, porque confluyen multitud de identidades que pasan por Europa, España el mundo anglosajón, los pueblos originarios, África y esto tiene que dar lugar, por supuesto, a esta parte que conforma esa tradición”.
Aquí puedes escuchar algunas de las canciones de “La llamada”.
“La casa y el lobo”
“La llamada”
“Mi problema”, con Natalia Lafourcade