[contextly_sidebar id=”itgcZcZDQMUQA33WZo9wtJSOiu4WtkAm”]Desesperados por no saber de sus hijos y desconfiados de las investigaciones del gobierno, padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos desde el 26 de septiembre pasado, le pidieron ayuda a Santiago Mazari, uno de los presuntos líderes de Los Rojos —grupo criminal contrario al de Guerreros Unidos, organización cuyos integrantes asesinaron a los estudiantes, de acuerdo con las autoridades mexicanas—.
En dos pancartas colocadas en las inmediaciones de Iguala, en Guerrero, la ciudad donde desaparecieron los estudiantes, algunos de los padres mandaron un mensaje a Mazari Hernández: “Le pedimos de favor ayudarnos a dar con el paradero de nuestros hijos”.
El mensaje para el presunto líder de Los Rojos ocurre luego de que Mazari Hernández ofreció su ayuda a los padres de los normalistas.
No obstante, la petición de ayuda no parece ser una acción coordinada de todos los padres.
Melitón Ortega, padre de otro de los estudiantes, dijo que reparten volantes en Iguala para pedir ayuda a la gente con el objetivo de que les proporcionen información sobre sus hijos y agregó que la pancarta era más una acción de algunos padres que surge de su desesperación.
“Nosotros estamos desesperados y de donde venga la información nosotros la aceptaremos, pero que sea cierto también… tenemos que estar seguros”, dijo a The Associated Press Epifanio Álvarez, padre del estudiante Jorge Álvarez Nava, quien abundó que las familias no confían en el gobierno y esperan también la ayuda de las personas en general.
“Estamos tan desesperados que ya queremos ver a nuestros hijos y queremos saber el paradero de ellos, es por eso que de donde venga la información tenemos que aceptarla”, agregó.
Un funcionario de la Secretaria de Gobernación, no autorizado a ser identificado por políticas internas, dijo a AP que las autoridades no reconocen como interlocutor válido a ningún miembro de organizaciones criminales, aunque declinó comentar específicamente sobre el pedido de algunos de los padres.
Después de meses de investigación, la Procuraduría General de la República (PGR) concluyó que un grupo narcotraficante mató y calcinó a los estudiantes. Sin embargo, medio año después de la desaparición y tras haber identificado sólo a uno de los jóvenes con un fragmento de un hueso encontrado, los padres no creen la versión oficial.
Los alumnos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa desaparecieron el 26 de septiembre luego de ser detenidos por policías municipales de Iguala, en Guerrero.
La autoridad federal concluyó que los 43 fueron entregados a sicarios del grupo de Guerreros Unidos, una organización rival de Los Rojos, que los habrían asesinado y quemado en un basurero para luego lanzar sus restos calcinados a un río para borrar evidencias.
Las autoridades localizaron bolsas con algunos restos y después de enviar a un laboratorio en Austria se logró identificar a uno de los jóvenes.
El gobierno federal ha informado la detención de 104 personas hasta ahora, incluidos 64 policías municipales y 40 presuntos miembros de Guerreros Unidos. Entre los arrestados también está el alcalde Iguala, considerado autor intelectual y ligado al grupo criminal.