[contextly_sidebar id=”s1KMA74y2uXqdWgcio90NDquab0Jhjwk”]Los emojis son capaces de movilizar a las masas. Incluso de llegar a los parlamentos. Y luego que miles de personas pidieran aumentar su diversidad racial, emojis con diferentes tonos de piel ya llegaron al iPhone.
Pero muchas otras peticiones, algunas muy locas, se han quedado fuera.
Los emojis multirraciales llegaron con la nueva versión del sistema operativo de Apple para iPhone e iPad, iOS 8.3, que fue lanzado este miércoles.
Entre una serie de mejoras tecnológicas, la nueva versión incluye más de 300 nuevos emojis que aparecerán una vez que el usuario actualice su dispositivo.
Estos nuevos muñequitos recogen distintos tonos de la piel humana: bastará dejar pulsado el emoji elegido para ver un menú de cinco colores.
Así, los brazos cruzados de la mujer que simula ser un ninja aparece en varios grupos étnicos y lo mismo pasa con la señal del pulgar, la princesita o el emoji de las uñas pintadas.
No se puede hacer con todos, pero esta vez se satisfizo la petición multitudinaria articulada en torno a la campaña “Diversifica mi emoji”, promovida por la organización Dosomething.org en 2014.
Y el furor por el emoji lleva periódicamente a realizar campañas populares y mediáticas que han quedado insatisfechas.
¿Cuáles son los emojis más deseados que se quedan fuera?
El Consorcio Unicode es la organización sin ánimo de lucro que se encarga de la estandarización de los emojis.
Según sus datos, los emojis más demandados son sobre comida (aunque no exclusivamente) y algunos tienen un sabor marcadamente latinoamericano. Entre otros, se encuentran los siguientes:
Grandes y locas campañas
Por lo demás, el deseo por nuevos emoticonos a veces lleva a las campañas más estrambóticas para conseguirlos.
A principios de año un humorista español, Eugeni Alemany, se empeñó en que la paella, comida de arroz típica de la Comunidad Valenciana (sureste del país), tuviera su emoticono.
Su loco periplo lo llevó hasta el propio Silicon Valley y varios diputados hicieron incluso un acto en el Parlamento español para apoyar la fracasada Operación #Paella, que consiguió 3.000 firmas en change.org.
Y también los pelirrojos del mundo se unieron para que se les incluyera en la lista. Unas 2.000 personas firmaron la petición. Pero, por el momento, la revolución pelirroja también fracasó.
Según The Guardian, hombres con barba y personas con pelo a lo afro intentaron lo propio, con idénticos malos resultados.
Y hay quien le pone humor.
Una portada de marzo de este año de la revista The New Yorker mostraba diversos diseños de emoji con la cara de Hillary Clinton, que tan mal se ha llevado últimamente con las comunicaciones digitales.
Quizás Hillary tenga mejor suerte en próximas actualizaciones.
Como se ve, será una dura competencia.
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