[contextly_sidebar id=”xePk0qIPXbBh6pkPmNfHCa9Ewz9WPNwN”]A sus 14 años, Alondra Luna pasó al menos una semana en Estados Unidos, lejos de sus padres, por un error: exámenes de ADN demostraron que no era hija de la mujer de Texas que reclamaba ser su madre. Ahora, la Procuraduría General de Justicia de Michoacán inició una investigación por presuntos delitos cometidos en este hecho.
En un comunicado, la dependencia estatal informó este viernes 24 de abril que investiga a la Juez de Primera Instancia en materia Civil, con sede en los Reyes, quien permitió que Alondra fuera llevada Houston, Tecas, donde Dorotea García aseguraba que ella era su hija raptada por su padre casi 10 años.
“Con base a notas periodísticas y material audiovisual difundido en diversos medios de comunicación nacional y estatal, en los que se advierten probables actos que atentan contra el interés superior del niño y que pueden ser constitutivos de un hecho ilícito, la representación social lleva a cabo las investigaciones correspondientes que permitan deslindar responsabilidades (sic)”, detalla el comunicado de la Procuraduría estatal.
El caso atrajo atención internacional la semana pasada, cuando circuló en medios sociales un video en el que se le veía resistirse y gritar mientras agentes mexicanos la obligaban a entrar en un vehículo policial.
La jueza Cinthia Elodia Mercado dijo el miércoles a la AP que había cumplido con su obligación de asegurarse de que se seguían las convenciones internacionales sobre secuestro de niños.
“Nuestra única tarea es resolver si el menor debe ser devuelto o no”, dijo la jueza vía telefónica, aunque evitó dar detalles específicos del caso.
Con información de AP.