[contextly_sidebar id=”eanQsdjhAIfzxHZmFtNHdHMQLAuLcaWI”]La filtración de documentos y pruebas de corrupción a los medios de comunicación es una práctica que se ha vuelto más recurrente con el desarrollo de internet y la aparición de las redes sociales.
En el caso de México, la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental y el uso de redes sociales han facilitado este tipo de prácticas.
A nivel mundial, la primera plataforma de filtración anónima fue Wikileaks y su creación obligó a la sociedad y a los medios de comunicación a voltear a ver la labor que realizan los filtradores de información pública.
Los filtradores son personas que exponen ante medios, organizaciones o instituciones públicas, actos de corrupción o actos contra el interés público que hayan sido llevados a cabo por alguna o alguno de sus empleadores.
La falta de legislación y protección a filtradores ha hecho que estas personas se enfrenten a demandas, hostigamientos, amenazas, intentos de asesinato y encarcelamiento.
No obstante, en países como Rumania y Estados Unidos se han aprobado leyes de protección de filtradores gracias al apoyo de los medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil, además de los pronunciamientos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA).
Hoy, con Méxicoleaks nuestro país se suma a los países que ya cuentan con plataformas de filtración de documentos.
Masde131.com hace un recuento de las filtraciones y los avances en la materia en los últimos 50 años: