[contextly_sidebar id=”4mIUtyZCmiZiRyQI1lhH9MFIiBMRQAlv”]Si una trabajadora del hogar se emplea para realizar tareas domésticas, pero no existe claridad sobre sus derechos y obligaciones laborales, se debe tener claro que –como en cualquier otro empleo– se requieren acuerdos que beneficien a ambas partes y les otorguen certidumbre jurídica.
Aunque México carece de legislación que brinde garantías a quienes se dedican a trabajos del hogar, con la campaña Hogar justo hogar se pretende que los empleadores establezcan el convenio a través de un contrato laboral. Con ello no sólo harán valer el respeto a los derechos sino contribuyendo a una sociedad igualitaria “desde casa”, afirman activistas.
Esta iniciativa, impulsada por el Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH), busca que los empleadores y trabajadoras sostengan una relación laboral clara y no una basada en actos generosos o abusivos.
Estas son las condiciones que debe incluir:
• Lugar donde se realizará el trabajo
• Tipo de actividades que se llevarán a cabo
• Remuneración. (Especificando la forma y regularidad con la que se va a realizar el pago)
• Horario de trabajo, que no debe sobrepasar ocho horas. Incluyendo a las trabajadores de planta.
• Días de descanso. Uno por cada seis días de trabajo y los días feriados por ley
• Vacaciones. Seis días al cumplir un año de servicio, aumentando dos días por cada año siguiente hasta un máximo de 12 días con goce de salario íntegro
• Aguinaldo de 15 días de salario o su equivalente
Este es un contrato propuesto por el Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH), aunque cada empleador y trabajadora podrían acordar las condiciones que mejor les convengan, respetando los siete lineamientos básicos.
Aquellos que respetan los derechos laborales de quienes realizan las tareas indispensables en el hogar, podrían unirse al grupo de empleadores de la campaña a través del correo electrónico [email protected] y en las redes de Facebook Hogar justo hogar y en Twitter @hogarjustohogar
Las trabajadoras del hogar son un sector desprotegido por la ley y discriminado en su actividad cotidiana; en tanto el gobierno Federal es omiso para generar condiciones igualitarias.
A diferencia de Uruguay, Costar Rica, Chile y cinco países más de América Latina, México aún no ha ratificado el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) mediante el cual se comprometería a adecuar el marco legal para proteger los derechos de las trabajadoras del hogar.
Aunque el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se comprometió a ratificar el convenio, el 31 de marzo en 2014, hasta el momento no sea concretado.
El investigador Ricardo Raphael de la Madrid, quien forma parte de la campaña, aseguran que en una reunión, funcionarios del gobierno federal advirtieron que este tema “a nadie le importaba y no tenían por qué invertir capital político”.
La negativa a ratificar el convenio radica en el miedo a que las trabajadoras puedan organizarse a través de un “sindicato”, agrega, pero también a la “ignorancia y prejuicio”.
Unos argumentos es que al reconocer sus derechos, gozarían de seguridad social, pero según el IMSS, la afiliación de más de dos millones de personas “reventarían la caja”.
Suponiendo que tienen razón, dice el investigador, se podría aprobar una legislación que permita la incorporación de todas en un determinado periodo de tiempo. “Vamos a discutirlo seriamente, pero que no nos digan que no van a tener ese derecho nunca”.
Ante este vacío, la CACEH apela a generar condiciones de certidumbre legal con el apoyo de los empleadores en tanto se ratifica el convenio internacional y se adecuan las leyes en el país.
El cambio de paradigma, por lo pronto, lo pueden generar las personas que a diario inician o mantienen una relación laboral con las trabajadoras domésticas.
ara Marcelina Bautista, quien encabeza el CACEH, este vínculo será indispensable para la defensa de los derechos entre las partes. “Es saber valorar y reconocer a la persona que realiza las actividades”.
“Ya no queremos promesas del Estado mexicano. No queremos que las trabajadoras del hogar sigan en la discriminación por su condición social. Ya no queremos que México Progrese con sus leyes que siguen sin reconocernos”, dice Bautista.
En conferencia de prensa durante la presentación de la campaña, la actriz Tiaré Scanda insistió en que un contrato no debe generar temor entre los empleadores sino, al contrario, propiciará certidumbre y mayor protección legal entre ambas partes.
Si un empleador paga puntual, respeta los días de descanso, las horas trabajadas y el resto de derechos, y hay documentos que lo comprueben no deberá enfrentar ningún problema a futuro, dice Scanda.
Esta es la cartilla de derechos para las empleadas del hogar. Conócela.
Qué tanto discriminamos? Esta encuesta lo revela.