[contextly_sidebar id=”KRFvjKD8sBy98ijbVaQr6KQ9P5qx8LHp”]Las autoridades de Francia continúan con la búsqueda de los hermanos Cherif y Said Kouachi, dos de los sospechosos del ataque contra el semanario satírico Charlie Hebdo que dejó un saldo de 12 personas muertas, y nueve personas allegadas a los sospechosos ya fueron detenidas, mientras que 90 más fueron interrogadas.
Las autoridades ampliaron la alerta máxima de terrorismo de París a la zona norteña de Picardie y la búsqueda se centra en varios poblados que pudieran ser posibles refugios para los dos sospechosos, dijo el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve.
La mañana de este 8 de enero, dos hombres parecidos a los sospechosos robaron una gasolinera en el noreste de Francia y la policía allanó el lugar con apoyo de helicópteros; sin embargo, luego de unos minutos, las autoridades dijeron que los autores de la masacre no estaban ahí.
Además, hubo dos explosiones cerca de mezquitas, lo que suscitó temores de una reacción contra la comunidad musulmana de Francia; no obstante, no hubo heridos en esos ataques ocurridos en Le Mans, al suroeste de París, y en Lyon.
El primer ministro francés, Manuel Valls, dijo que los dos sospechosos eran conocidos de los servicios de inteligencia e impedirles llevar a cabo otro ataque “es nuestra principal preocupación”.
Cherif Kouachi tiene antecedentes por canalizar combatientes yihadíes para la insurgencia iraquí y fue sentenciado por cargos de terrorismo en 2008. El y su hermano, Said, deberían ser considerados “armados y peligrosos”, dijo la policía francesa en un informe a primera hora de este 8 de enero, haciendo un llamado a testigos después de una infructuosa búsqueda en la ciudad de Reims, en la región de Champaña.
Al mediodía de este 8 de enero, el presidente Francois Hollande, acompañado por parisinos, turistas y líderes musulmanes, hizo un llamado a la tolerancia luego del ataque terrorista más grave en ocurrido en Francia en varias décadas.
“Francia ha recibido un golpe directo al corazón de su capital, en lugar donde el espíritu de la libertad, y por lo tanto de la resistencia, respiró libremente”, dijo Hollande.
El primer ministro francés señaló que la posibilidad de un nuevo ataque “es nuestra principal preocupación”, por lo que el gobierno aumentó la vigilancia en escuelas, estaciones del metro y templos, al tiempo que las autoridades de Gran Bretaña aumentaron la seguridad en puertos y fronteras.