[contextly_sidebar id=”2iGoMUg4jU3haOyCMkTSPDn83lnJrIGT”]Los diputados de la Asamblea Legislativa del DF (ALDF) gastan en camionetas y autos de lujo, mismas que tienen tenencias y verificaciones vencidas sin ninguna consecuencia, de acuerdo con una investigación publicada este martes 9 de diciembre en el diario Reforma.
El coordinador de la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y líder sindical del Metro, Fernando Espino, se traslada en una camioneta Audi Q5 modelo 2013, cuyo precio de factura es de 748 mil 752 pesos.
Jaime Ochoa, compañero de bancada de Espino, se transporta en una Jeep Grand Cherokee 2013 que se facturó en 582 mil 900 pesos, según una revisión que Reforma hizo al portal de Finanzas del Gobierno del DF, donde aparecen los datos de registro vehicular.
En la investigación también se encuentran asambleístas de otros partidos, quienes cuentan con vehículos de lujo.
Un legislador de la ALDF percibe por concepto de dieta 51,776.39 pesos mensuales, según el portal de transparencia de la legislatura, esto sin contar otro tipo de recursos que les son depositados por conceptos de transporte y gastos legislativos.
Los diputados capitalinos tienen flamantes vehículos, aprueban leyes y las sanciones que los ciudadanos deben pagar por incumplirlas, pero muchos de ellos no cumplen con sus responsabilidades al incumplirlas.
Al menos cinco diputados que adeudan el pago de tenencia o multas por violar el Reglamento de Tránsito, según consta en el portal de infracciones del GDF.
El líder de la fracción del PRI, Fernando Espino, no ha pagado la tenencia de este año de su Audi Q5 y su compañero de bancada, Jaime Ochoa, debe la tenencia del año pasado de su Cherokee.
A la perredista Claudia Cortés, quien preside la Comisión de Movilidad, le gusta correr en su BMW modelo 2009, pues tiene tres infracciones, una por conducir a exceso de velocidad y otra por estacionarse en lugar prohibido, las cuales ya pagó, pero tiene otra con fecha de septiembre de este año por no respetar el límite de velocidad, la cual debe.
Otro perredista con cuentas pendientes es Carlos Hernández Mirón, poseedor de una Toyota Tacoma 2013, con la cual, entre septiembre del año pasado y mayo de este año, cometió 5 faltas por no respetar el límite de velocidad, ninguna de ellas pagadas.
En todos los casos señalados el Reglamento de Tránsito del Distrito Federal indica que la liquidación de multas es necesaria para el pago de tenencia (si es que el precio de factura del vehículo supera los 250 mil pesos) o de derechos (si es menor de 250 mil), mismo que se muestra como requisito para la verificación de un automóvil.
Sin la aprobación del engomado por la Secretaría del Medio Ambiente y de la Secretaría de Movilidad, un vehículo no puede circular y si es sorprendido haciéndolo de esa forma, amerita una multa de 1360 pesos y el envío al corralón de la unidad (esto también lleva una multa y se suma el precio por arrastre en grúa del vehículo).
Con información de Reforma (contenido sólo para suscriptores).