El gobierno del presidente Barack Obama emitió el lunes directrices que prohíben a las agencias federales del orden etiquetar a la gente por su raza, religión u otras características personales, en unos protocolos que el Departamento de Justicia espera sirvan de modelo para departamentos locales en momentos en que Estados Unidos lidia con cuestionamientos sobre el papel que la raza desempeña en las tareas policiales.
Las directrices, que expanden las establecidas hace una década bajo el gobierno de George W. Bush, requerirán además nuevo entrenamiento y compilación de datos.
Activistas de derechos civiles dijeron que saludaban las nuevas protecciones, pero expresaron decepción porque las directrices no se aplicarán a chequeos de seguridad en aeropuertos y fronteras y no serán de cumplimiento obligatorio para agencias policiales locales y estatales.
[contextly_sidebar id=”AnkPBQRDkHZMs9lg5Dlgt7bUpS9W9vAB”]Aunque las directrices —que han sido elaboradas desde hace cinco años— no fueron redactadas en respuesta a recientes casos de muertes de hombres negros desarmados a manos de policías blancos, son dadas a conocer en medio de un debate nacional sobre los estándares del uso de la fuerza por la policía, justicia racial y el tratamiento de minorías por las agencias del orden.
“Particularmente a la luz de ciertos incidentes recientes que hemos vistos a nivel local — y las abundantes preocupaciones sobre confianza en el proceso de justicia criminal que tanta gente ha mencionado en toda la nación — es imperativo que tomemos todas las medidas posibles para instituir prácticas policiales buenas y fuertes”, dijo el secretario de Justicia Eric Holder, en alusión a la muerte a tiros en agosto de un adolescente negro desarmado a manos de un policía blanco en Ferguson, Misuri, y la muerte por llave de estrangulamiento de un hombre negro semanas antes en Nueva York.
Jurados investigadores locales declinaron presentar cargos formales contra los policías involucrados. El departamento de Justicia investiga los dos casos.
Las directrices son aplicables a agencias federales bajo el Departamento de Justicia, incluyendo el FBI, la agencia federal antidrogas DEA y el Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos. SE extienden además a agentes de departamentos locales que integren fuerzas especiales conjuntas con agentes federales.
Su impacto práctico está por verse, especialmente porque los agentes policiales locales son mayormente los responsables por paradas de tráfico, respuesta a llamadas de emergencias e interacciones diarias con las comunidades que patrullan, pero el gobierno federal ve las reglas como posible modelo a seguir por las agencias policiales locales y Holder va a reunirse el lunes con funcionarios locales para alentarles a adoptar las directrices federales.
Holder, que hizo de la implementación de las directrices una prioridad antes de dejar el cargo el año próximo, las calificó de “un paso grande e importante para asegurar políticas policiales efectivas” por las agencias federales del orden.
Las directrices extienden una prohibición de la catalogación racial de rutina anunciada en 2003 por el entonces secretario de Justicia John Ashcroft. Grupos de derechos civiles han dicho desde hace tiempo que esas reglas dejaban demasiadas lagunas, al permitir exenciones por razones de seguridad nacional e investigaciones fronterizas y al no extender la prohibición a características más allá de raza y etnia.
Las nuevas directrices eliminarían la exención para las investigaciones fronterizas y de seguridad nacional y extenderían la prohibición de la práctica a razones religiosas, origen nacional género, orientación sexual e identidad sexual — aunque los agentes pueden considerar esos factores si tienen información que vincula a una persona de esas características a un delito o amenaza específica.
**Nota publicada el 8 de diciembre.