[contextly_sidebar id=”ES16YMLlArmoLG0gsP7aOnAW6AVOWPUu”]Tres días después de que el sacerdote Gregorio López fue secuestrado por un comando cuando se encontraba en las instalaciones del seminario de la localidad de Ciudad Altamirano, en Guerrero, las autoridades hallaron este 25 de diciembre sus restos en la colonia Juárez, del municipio de Tlapehuala, en la región de Tierra Caliente.
La Diócesis de Ciudad Altamirano confirmó el hallazgo del cadáver del sacerdote Gregorio López, quien presentaba un disparo en la cabeza, y pidió el perdón de Dios para el o los responsables de la “aberrante” acción.
“Hoy comunico con profundo dolor que nuestro hermano el padre Gregorio López Gorostieta ha partido a la casa del Padre. Con fe puede decir que está gozando de la presencia de Dios. Dios perdone a quien hizo tan aberrante acción”, señaló la Catedral De Ciudad Altamirano en su perfil de Facebook.
De acuerdo con la Diócesis, los restos del padre serían velados en el seminario de Ciudad Altamirano y hoy viernes su cuerpo será trasladado a su parroquia de Nanchitladel.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitió un comunicado para exigir que se haga justicia en el caso del padre Gregorio “y de los demás crímenes que han provocado dolor en tantos hogares de nuestra patria”.
“Haciéndonos eco del sentir de muchos mexicanos, repetimos: ¡Basta ya! No queremos más sangre. No queremos más muertes. No queremos más desaparecidos. Exigimos a las autoridades el esclarecimiento de éste y de los demás crímenes que han provocado dolor en tantos hogares de nuestra patria, y que se castigue conforme a derecho a los culpables”, publicó la CEM.
La mañana de este jueves 25 de diciembre, el Obispo de la Diócesis de Ciudad Altamirano, Maximino Martínez, exigió la liberación del cura un día después de que se realizó una marcha para pedir la liberación de Gregorio.