[contextly_sidebar id=”EbUhfxvjUpNGTxWgy8Y17bD15YyAamSi”]Esta fue la segunda vez que el conflicto estudiantil del Politécnico estaba cerca de encontrar la solución y por segunda vez no se concretó. Los estudiantes condicionaron el avance de la octava mesa de diálogo a la liberación de los tres detenidos durante la protesta del 1 de diciembre, lo que fue calificado por la Secretaría de Educación Pública (SEP) como “intransigencia”.
Al retomar el encuentro con los funcionarios federales una semana después de haber suspendido la mesa, el martes 2 de diciembre, los estudiantes rechazaron firmar los acuerdos como se tenía previsto –lo que permitiría levantar el paro– hasta que sus compañeros quedaran en libertad pues es “más triste ver a estudiantes tras las rejas” que fuera de las aulas, aseguró el representante estudiantil, César López.
Se trata de Ariel Flores, alumno del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos número 9; Oscar Espinoza Trigueros, estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades Oriente y Demián Reyes, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, acusados de los delitos de ataques a la paz pública, ultrajes a la autoridad y portación de objetos aptos para agredir.
Al iniciar el encuentro en el auditorio Alejo Peralta de la unidad Zacatenco del IPN, los alumnos leyeron un posicionamiento sobre las detenciones “arbitrarias” tras los disturbios protagonizados por encapuchados la noche del lunes.
Exigieron en varias ocasiones que el director, Enrique Fernández Fassnacht, “se pronunciara” a favor del estudiante politécnico, lo mismo que el rector de la UNAM, José Narro Robles.
El funcionario respondió que esa petición era “autoritaria”, pues no era correcto creer “ciegamente” solo en dichos, sino más bien buscar que se garantice el debido proceso para deslindar responsabilidades.
Los estudiantes, en cambio, sentenciaron: “No vamos a avanzar (en el diálogo) hasta que sean liberados y que el director de pronuncie a favor de la liberación”, dijo César López. El estudiante Pedro Cruz, incluso aseguró que dichas detenciones era una muestra del “incumplimiento” a la promesa de “no represalias” contra el movimiento, lo que fue refutado inmediatamente por el subsecretario de Educación Superior, Fernando Serrano Migallón porque ambas cosas no tenían relación.
Efrén rojas, funcionario de la Secretaría de Gobernación, explicó que de acuerdo a la legislación, se trata de delitos del fuero común y no federal, por lo que los representantes gubernamentales no tenían injerencia. En este caso, lo único que podían hacer es instruir al equipo jurídico de la Secretaría de Educación Pública y de Gobernación a intervenir en la defensa.
Durante una hora, los estudiantes dijeron que no firmarían los ocho acuerdos a los que han llegado después de siete mesas de diálogo, cuando el conflicto suma ya dos meses. “Este triunfo no va a ser completo si ellos no están aquí”, dijo Kaleb Mondragón, representante estudiantil.
Tampoco funcionó el llamado del funcionario de la SEP, César Becker, para que este tema no “entorpezca la mesa de diálogo ni obstruya las soluciones por esta preocupaciones que pueden hacerse simultáneamente”.
Alejandro Osuna, funcionario de la SEP, insistió en que este “es un tema ajeno a la mesa porque ninguna de las instancias aquí presentes estuvo involucrada en los sucesos de ayer”. En tanto, los estudiantes insistían en que los jóvenes detenidos no eran responsables de los delitos que se les acusaba, por lo que pidieron también la intervención del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera.
Con estos argumentos versaron los primeros 60 minutos del encuentro, por ello los funcionarios pidieron un receso que duró poco más de dos horas; tiempo en el cual se retiraron de las instalaciones educativas y la SEP envió un comunicado de prensa en el que acusaron una “evidente intransigencia” por parte de los representantes de la Asamblea General Politécnica.
“Durante la reunión los estudiantes rompieron las reglas acordadas de no hacer manifestaciones o pronunciamientos políticos contrarios a la civilidad del dialogo (…) Mantuvieron una posición inflexible”, por lo que, explicaron, se retiraron de la mesa.
En el documento hicieron un llamado a los representantes de la AGP “a la reflexión que permita modificar actitudes y concretar los acuerdos para reanudar inmediatamente las clases”.
Pasadas las 18:00 horas, solo regresaron a la mesa los estudiantes visiblemente molestos por la salida de los funcionarios. Froylán Juárez, integrante de la mesa diálogo, dijo que no estarían dispuestos a “tener un ‘diálogo cerrado’”, por lo que se declaraban en sesión permanente hasta que los representantes gubernamentales dieran una postura sobre la petición.
César López matizó que aunque los representantes gubernamentales se hubieran ido, el diálogo no estaba roto; pero reiteró la petición inicial de retomar la mesa hasta que los tres estudiantes fuesen liberados.
Durante la madrugada de este 3 de diciembre, el Ministerio Público fijó una fianza por 18 mil 666 pesos por cada uno para que los tres jóvenes quedaran en libertad. Dicha notificación llegó más de 12 horas después de que la defensa había solicitado el derecho a la libertad bajo caución al tratarse de delitos no graves.