[contextly_sidebar id=”dfmUSOjh947aUu5RTuxlSxvyMur77yxM”]“Ayotzinapa es sólo la gota que derramó el vaso, pero como mexicanos debemos estar conscientes de todo lo que se viene cargando en este costal, disculpen la palabra, en este costal de chingaderas”, aseguró Adán Cortés, el estudiante de 21 años que se pronunció por México durante la entrega del Premio Nobel de la Paz 2014, al llegar a la Ciudad de México, luego de ser deportado de Noruega.
El joven llegó alrededor de las 7 de la noche al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde ya lo esperaban sus padres: Mónica Salas y Adán Cortés, además de su hermano y algunos amigos, quienes lo recibieron entre gritos de “no estás solo”, goyas y aplausos.
“Yo no estoy haciendo esto para ganar ninguna fama, yo como fue en un principio y lo quiero mantener, es seguir expresando mi opinión que comparto con muchos acerca de las muchas injusticias que se viven en México”, agregó.
“Si pedí asilo político en Noruega es porque sabemos cómo son las cosas en México y cómo se resuelven, estaba preocupado por mi seguridad, pero al ver esta respuesta aquí en México me siento tranquilo, me siento seguro, y espero seguir con la misma fuerza y con la misma valentía con la que me paré en la ceremonia del Premio Nobel”, mencionó.
Explicó que en todo momento recibió buen trato por parte de las autoridades noruegas. “Entiendo que cometí un delito; sin embargo, me sentí un poco ofendido de que mi solicitud (de asilo político) se haya negado de esa manera, sin argumentos”, declaró el joven.
En relación a la protesta por la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, Adán Cortés destacó que los mexicanos deben pensar en la historia. “Ayotzinapa no es lo único, es el 68, es el 71, es Atenco. Los mexicanos tenemos que pensar en toda la historia que hay detrás”, mencionó el estudiante antes de abandonar el aeropuerto.
El padre de Adán Cortés aseguró que la reacción de Malala Yousafzai al ver la intervención de su hijo durante la entrega del Premio no fue una coincidencia, puesto que ambos se conocieron en el lobby del evento. “No son coincidencias. Mala ya lo ubicaba, por eso le sonríe”, aseguró.
Así fue la protesta de Adán Cortés durante la entrega del Premio Nobel de la Paz.
**Nota publicada el 15 de diciembre.