[contextly_sidebar id=”x1dxw4PyKrYN059tyirJKriq0koUZfHi”]“El gobierno de Puebla expresamente nos prohibió reunirnos con la señora (Elia Tamayo) dentro de ese edificio, y quería obligarnos a salir del edificio por detrás para que nadie pueda vernos”, las palabras son de Manfred Liebel, sociólogo y Coordinador de la Red Europea de Maestrías sobre Derechos de la Infancia, y las pronunció el pasado jueves 13 de noviembre, cuando la madre de José Luis Alberto Tehuatle Tamayo fue obligada a salir de Centro Expositor en donde se realizaba el Sexto Congreso por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia.
Al día siguiente, al activista alemán junto con otros invitados al Congreso que cuestionaron la posición del gobierno de Rafael Moreno Valle de censurar e impedir que se tocara el tema del asesinato del menor durante el violento desalojo de la autopista Puebla Atlixco, se les negó el paso al inmueble, lo anterior fue dado a conocer por Misraim Hernández integrante de la organización Contingente Puebla y activista que ha acompañado de cerca el caso.
Pero no fueron a los únicos a los que se le cerró el paso. Personal del Sistema Estatal DIF también impidió el acceso al inmueble a reporteros, con el argumento de que las acreditaciones se habían entregado previo al inicio del Congreso.
Lo poco que se supo sobre lo sucedido en la jornada de cierre del Congreso fue gracias a Jesús Gonzáles (@ProyectoePuente), quién vía su cuenta de twitter informó que a pesar de las medidas gubernamentales para dejar fuera el tema de Chalchihuapan, dos jóvenes pudieron leer una carta exigiendo justicia por el asesinato del menor.
Dos jovenes leen una carta en la plenaria exigiendo justicia para el niño José Luis asesinado por el gobierno de Puebla
— Jesus Gonzalez (@ProyectoePuente) noviembre 14, 2014
Que se salgan por detrás
Escoltados por personal del gobierno del estado, Elia Tamayo acompañada por Congresistas de Alemania, Perú, Venezuela y México salieron del Centro Expositor la tarde del jueves. Las fotos muestran a una mujer menudita que baja las escaleras cargando a una de sus hijas, al fondo del inmueble público en el que cómo dirá horas más tarde no tuvo cabida la muerte de su hijo, a pesar de que se discutía sobre los derechos de la infancia.
Elia Tamayo, acompañada por Araceli Bautista, madre del presidente auxiliar de San Bernardino Chalchihuapan y por Misraim Hernández, integrante de Contingente Puebla, tuvieron que conversar con integrantes del Comité de los Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas y de la Red de los Derechos de la Infancia, en un café de franquicia ubicado a varias centenas de metros de ahí.
Cuestionados los miembros de comité organizador del Congreso adelantaron que analizarán la situación para discutir después si habrá algún pronunciamiento sobre el tema.
Por su parte Manuel Castañeda Rodríguez, director general de atención ciudadana del gobierno del estado, intentó explicar la situación asegurando que fue un malentendido.
Mientras que el Sistema Estatal DIF sostuvo vía un comunicado de prensa que Elia Tamayo carecía de acreditación para estar en el lugar.
No veníamos a manifestarnos: Misraim
Misraim Hernández, vocero de Contingente Puebla, explicó que llegaron al Centro Expositor en donde se desarrolló el foro por invitación de algunos de los participantes al mismo, pues tenían la intención de platicar de la situación que atravesó la familia Tehuatlie Tamayo con el comité organizador.
“No veníamos a manifestarnos, no íbamos a hablar, era una reunión con un comité cercano y pequeño para que después emitieran una postura. El presidente organizador, Juan Martín Pérez García –quién forma parte de la Red por los Derechos de la Infancia— nos hizo pasar, nos llevaron a una sala para platicar. Esa era la intención, no íbamos a gritar o manifestarnos ni nada”.
Pero al entrar, explica, personal del gobierno del estado identificó a la mujer y comenzaron a movilizarse para confirmar que se trataba de Elia Tamayo. Después de cerca de 40 minutos, uno de sus anfitriones les informó que “el personal del gobierno del estado nos está diciendo, nos prohíbe que se hable del tema acá en el encuentro, y que no pueden estar. Llega un chico de parte del gobierno del estado para decirnos que tenemos que salir por la puerta trasera. Yo me molesté y les dije no vamos a salir por atrás porque no somos delincuentes”.
“Cuando íbamos saliendo del segundo salón, en la puerta principal del corredor ahí estaba la señora Martha Erika, rodeada de mucha seguridad, nosotros como no vamos a hacer ruido nos salimos tranquilamente, obviamente acompañados por muchísimo personal de seguridad del estado, nos venían siguiendo, sentimos mucha presión, afortunadamente salió una comitiva acompañándonos”.
Personas de España, Argentina, Venezuela, Colombia y Alemania se solidarizan y salen del evento con Elia Tamayo pic.twitter.com/aSjqYRvdIm
— M. HERFER. ™ (@Politiconsultor) noviembre 13, 2014
A Juan Martín Perez y Manfred Liebel, ponente y director del programa de la maestría Europea de la Infancia, fue a quienes el personal del gobierno del estado les advirtió que la gente de Chalchihuapan no tenía cabida en el foro.
“El gobierno de Puebla –sostiene Manfred Liebel— expresamente nos prohibió reunirnos con la señora dentro de ese edificio, y quería obligarnos a salir del edificio por detrás para que nadie pueda vernos”.
“Yo no acepto esta obligación de salir clandestinamente por atrás, tenemos el derecho por lo menos de salir como entramos, estoy en contra de esa decisión del gobierno del Puebla de que no podemos usar este edificio público para hablar de un asunto público”.
El activista y académico alemán adelantó que analizarán la situación para definir si plantearán una postura en conjunto sobre la situación, pero que desde su óptica particular tendría que alzarse la voz.
Por su parte, Ángel Osiel González, integrante del Movimiento Latinoamericano de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores (MOLACNATs) planteó que era contradictorio y antiético que se realizara un congreso internacional de la infancia en Puebla y que no se tocara el tema del asesinato de José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo.
Fue un malentendido: gobierno
Para Manuel Castañeda Rodríguez, director general de atención ciudadana del gobierno del estado, toda la situación fue un malentendido, así intentó explicar la situación al ser cuestionado:
“Se trata de un evento público, hubo acceso para quienes quisieron hacerlo al lugar, seguramente algún malentendido pudo haber provocado esta situación, pero les repito que hay todo el respeto para quienes asisten al evento, y por supuesto que el estado de Puebla es un buen anfitrión en ese sentido”.
“Ustedes saben que hay un grupo organizador que coordina el programa, desconocemos el contenido de ese programa y desconocemos si alguien que tenga injerencia directa en la elaboración de ese programa pudo haber hecho un señalamiento en ese sentido”.
El funcionario llegó hasta el café de franquicia, acompañado por Juan Pablo Mirón Thomé, jefe de la oficina del secretario General de Gobierno, a donde tuvieron que trasladarse Elia Tamayo, Araceli Bautista y Misraim Hernández para poder dialogar con integrantes del comité de los derechos del niño de la ONU y con algunos otros integrantes de organizaciones no gubernamentales que acudieron al evento como ponentes.
Los miembros del comité de la ONU se retiraron sin hacer declaraciones más allá de plantear que analizarán el caso antes de fijar una postura pública.
Entrevistada Elia Tamayo insistió en la que ha sido su petición desde julio pasado, cuando una lata de gas lacrimógeno disparada por la policía estatal le rompió el cráneo a su hijo y le arrancó la vida: “yo sólo pido justicia”.