[contextly_sidebar id=”vFaLDNT27RIuNEzf1qVqkhjbA99ps0Rb”]La identificación de los restos hallados en el municipio de Cocula, Guerrero —que según la Procuraduría General de la República (PGR) podrían ser de los 43 estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal de Ayotzinapa— se llevará a cabo en el Laboratorio Central de ADN de Austria (Austrian Central DNA Database Laboratory), que en los últimos 17 años ha resuelto 8 mil crímenes a través de pruebas forenses de ADN, y reconocido a víctimas de nueve países.
El Laboratorio es parte del Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Innsbruck, Austria, y según sus propios registros, desde que inició operaciones en 1997 ha estudiado más de 29 mil escenas de crimen y restos de víctimas como las del régimen militar chileno o las del tsunami en Asia, en donde después de 100 días del desastre natural se recogieron 400 muestras que permitieron identificar a 101 personas, el total de las víctimas que se buscaban.
Este centro austriaco se especializa en el desarrollo de nuevos métodos y tecnologías de análisis y reconocimiento forense sobre todo para muestras dañadas, con alto nivel de degradación o muy pequeñas, pero además posee una Base de Datos de ADN que contiene los perfiles genéticos de víctimas no identificadas en escenas del crimen y de personas sospechosas de haber cometido un delito grave.
En el banco de ADN existen registros de todos los países que son parte de la Organización Internacional de Policía Criminal, Interpol.
El procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, dijo el viernes 7 de noviembre que el Estado mexicano acudirá al laboratorio de Innsbruck porque los restos humanos encontrados en Cocula presentan “un alto nivel de degradación” causado por el fuego que provocaron presuntos integrantes de la organización criminal Guerreros Unidos para desaparecer el rastro de un grupo de más de 40 personas.
La investigación del gobierno mexicano sobre los 43 estudiantes desaparecidos desde el 26 de septiembre pasado indica que tras haber sido detenidos por policías municipales de Iguala, el grupo fue entregado a integrantes de Guerreros Unidos.
Según la PGR, dos detenidos que presuntamente son parte de esa organización criminal y participaron en los hechos declararon que tras asesinar y prender fuego a un grupo de 40 personas recibieron la orden de fracturar lo que quedó de los huesos calcinados, depositarlos en bolsas y arrojarlos al Río San Juan, en Cocula. Algunos de esos restos recuperados son los que serán enviados a Austria para confirmar si se trata de los normalistas.
La prueba para el análisis forense de muestras dañadas o degradadas es la de ADN mitocondrial, de la que el Laboratorio de Austria es pionero en protocolos de investigación y guía en más de 30 instituciones de todo el mundo para la apertura de laboratorios con especialidad en ese examen.
Además del reconocimiento de víctimas en el tsunami de 2004, los casos más importante en lo que, según la misma Universidad, ha participado el Instituto son:
El equipo forense de este instituto austriaco es dirigido por el profesor Walther Parson, quien es integrante de los comités directivos de la Sociedad Internacional de Genética Forense y de la Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas.
Además, el Instituto trabaja con la Red Europea de Institutos de Ciencias Forenses, el Grupo de Expertos de ADN de la Interpol y el Grupo Europeo de identificación de ADN.