La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, definió este martes como un “tema de Estado” detener a los autores del ataque con bomba que el lunes hirió a 14 personas en un centro comercial ubicado en una concurrida estación de metro de la capital, Santiago.
“Vamos a aplicar todo el peso de la ley a quienes resulten responsables, no nos va a temblar la mano frente a acciones como ésta”, aseguró la mandataria tras encabezar el Consejo Operativo de Seguridad en la sede presidencial, La Moneda.
Más allá de las advertencias de la jefa de Estado, lo cierto es que hasta el momento las autoridades no han podido identificar a los autores del ataque, ni conocen los motivos por los que cometieron ese acto.
Tampoco saben con seguridad si este incidente -al que calificaron como “acto terrorista”- tiene relación con los cerca de treinta otros atentados con explosivos que hubo en Santiago en lo que va del año.
Según el diario El Mercurio, en total 198 artefactos explosivos fueron instalados desde 2005 en cajeros automáticos, bancos, gimnasios, embajadas, restaurantes, estaciones del metro e incluso frente a una iglesia y una guardería.
A pesar de que el país nombró a un fiscal especial para investigar estos hechos, por el momento no se sabe quiénes son los responsables ni por qué actúan, ya que los autores no han dejado indicio alguno.
No obstante, la Fiscalía Nacional y muchos medios chilenos atribuyen los ataques a grupos antisistema y anarquistas, aunque se desconoce con exactitud cuántos serían.
Mientras que la fiscalía habla de unos 15, el gobierno señala que podrían ser más.
Algunos analistas también especulan con la posibilidad de que los autores sean extranjeros.
Qué se sabe del ataque
La periodista chilena Paula Molina dijo a BBC Mundo que el atentado del lunes tuvo características muy diferentes al resto de los “bombazos” que ocurrieron antes, ya que esos por lo general sucedieron de noche y no causaron heridos.
Sin embargo, la fiscalía afirmó que el explosivo utilizado el lunes tiene similitudes al usado en un ataque anterior a una estación de metro, que no dejó víctimas porque ocurrió cuando la estación estaba casi vacía.
En ambos casos se habría usado un extintor de fuego lleno de pólvora, que en el atentado de esta semana fue ubicado en el interior de un basurero metálico.
El subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, confirmó que las autoridades investigan a dos posibles sospechosos, que fueron captados por cámaras de seguridad cuando escapaban en un automóvil.
“No hemos identificado (el vehículo), tenemos las características generales de él y vamos a seguir trabajando para poder identificarlo”, sostuvo el lunes.
Algunos medios creen que el ataque de esta semana podría tener relación con el aniversario del golpe militar de Augusto Pinochet, que se conmemora el próximo jueves 11 de septiembre.
La estación de metro atacada el lunes se llama Escuela Militar porque está al lado de ese establecimiento.
En Chile esta fecha suele venir acompañada de disturbios y actos violentos, incluyendo explosiones de baja intensidad.
El embajador argentino en Chile, Ginés González García, avaló esta teoría en declaraciones a Nacional Rock.
“Hay una vieja costumbre en Chile de poner pequeñas bombas caseras cerca del aniversario de Salvador Allende pero nunca había pasado que pusieran una bomba en un lugar y horario central para que le hiciera daño a otras personas”, afirmó.
Mientras se investiga a los autores, el gobierno chileno presentó este martes una querella por “delito de terrorismo” contra quienes resulten responsables del atentado.