[contextly_sidebar id=”jpGNjVJhAL08iOB43rzhhomCd3VcUPfO”]Quizás pocos se imaginaron que San Juan La Laguna, una localidad remota en Guatemala poblada principalmente por indígenas mayas, era el hogar de un grupo de judíos ortodoxos.
Se trata de los Lev Tahor, una comunidad fundada en 1980 por el israelí Shlomo Helbrans para practicar una forma austera de judaísmo. Y habían llegado a la población guatemalteca buscando lo que describían como libertad religiosa.
Pero el viernes en la noche se dio a conocer que los 230 miembros del grupo comenzaron a empacar sus pertenencias en camiones y autobuses y a salir del poblado donde muchos de ellos se habían establecido desde hacía años.
Los judíos ortodoxos estaban siendo expulsados como resultado de un amargo conflicto con los habitantes indígenas locales.
Tras meses de desavenencias, amenazas y abusos verbales mutuos con secciones de la población local, fueron finalmente forzados a salir de sus hogares.
“Agresiva minoría”
En una entrevista con la agencia Reuters antes de partir de San Juan La Laguna, el líder de los Lev Tahor allí, el rabino Uriel Goldman, subrayó que muchos de los habitantes locales guatemaltecos habían sido amables con el grupo de hombres, mujeres y niños vestidos de negro.
Agregó que estaban siendo expulsados por una “agresiva minoría motivada por políticos locales”.
“No entiendo porqué no nos quieren, no hemos hecho nada malo” señaló Goldman.
Pero el consejo de ancianos de San Juan afirma que decidieron expulsarlos porque el grupo rechazaba a los pobladores locales, rehusándose a saludar, mezclarse e incluso hablar con los habitantes.
“Nos sentimos intimidados por ellos en las calles. Pensamos que quieren cambiar nuestra religión y nuestras costumbres” dijo a Reuters Miguel Vásquez Cholotio, del consejo de ancianos.
Algunos de los Lev Tahor llevaban años viviendo en San Juan La Laguna. Pero en junio pasado otro número grande de miembros llegó al poblado, procedente de Canadá, para establecerse junto con el grupo.
Según informes de los medios canadienses, los Lev Tahor, con sus estrictas costumbres religiosas, ya se habían visto involucrados en desacuerdos con las autoridades.
Acusaciones
En noviembre de 2013, la cadena canadiense CBC informó que las familias habían huido de Quebec, Canadá, en medio de acusaciones de negligencia infantil.
Según CBC los servicios de protección juvenil de Quebec estaban investigando a miembros de la comunidad Lev Tahor porque las autoridades estaban preocupadas por la salud e higiene de los niños y el aprendizaje escolar que se llevaba a cabo en sus hogar. Se dijo que los menores no habían adquirido las capacidades básicas de matemáticas.
Pero antes de la fecha en que las familias debían presentarse ante un juez en Quebec, el grupo de más de 200 personas partió hacia Chatham, en el sur de Ontario, Canadá.
En marzo, según informa Radio Canadá, varias familias de Lev Lahor comenzaron a salir calladamente de Chatham hacia Guatemala después de que algunos miembros del grupo también se vieron involucrados en una batalla legal con las autoridades regionales por custodia de menores.
De los 200 miembros que vivían en Chatham, dice Radio Canadá, sólo quedan en el área media decena de familias.
Sus críticos los acusan de mantener a los niños en condiciones insalubres, de promover el matrimonio entre menores de edad y de abuso físico.
Pero los líderes insisten en que las alegaciones son falsas y que los Lev Tahor están siendo perseguidos por sus creencias religiosas y niegan que sus niños estén descuidados.
Estrictos
Los Lev Tahor son ciertamente individualistas. Y la llegada a Guatemala de un grupo grande de hombres, mujeres y niños vestidos de negro, sin duda llamó la atención de los habitantes locales.
Aunque practican muchas de las costumbres del hasidismo, los Lev Tahor son mucho más estrictos. Sus rezos son dos veces más largos que la norma, pronunciando cada palabra en alto, lentamente y con gran énfasis.
Tienen una estricta dieta basada en las leyes del cashrut (que cumple con el kósher) pero que siguen de forma mucho más rigurosa, por lo que la mayoría de los alimentos que consumen son hechos en casa.
Evitan todos los artificios de la tecnología, incluida la televisión y computadoras, y su vida está regida por la religión.
Todos sus miembros se visten de negro, los hombres se cubren la cabeza con sombreros, no se rasuran la barba y se dejan crecer mechones de pelo frente a las orejas que se arreglan como bucles.
Las mujeres, que llevan siempre el cabello cubierto con un manto negro, visten con una prenda negra que las cubre hasta los pies.
Y como no están a favor del Estado de Israel, porque creen que éste no debe existir hasta la llegada del Mesías, algunos medios judíos a menudo los han descrito como “el Talibán judío”.
Pero tal como asegura el líder del grupo en San Juan, Uri Goldman, “nosotros somos gente pacífica y para mantener la paz decidimos salir de aquí”.
“No queremos vivir en un lugar en que estamos amenazados. A pesar de que tenemos todo el derecho de estar aquí“.
Los Lev Tahor esperan ahora encontrar algún otro sitio para establecerse en Guatemala.