[contextly_sidebar id=”Fr3iFsQYgKqNv7kt0g03YMBXh69NcwLt”]Jay Nixon, gobernador del estado de Missouri, declaró el estado de emergencia y ordenó el toque de queda en el suburbio de San Luis en el que un adolescente negro murió baleado por un policía hace una semana.
Nixon dijo el sábado que el estado no permitirá que un puñado de saqueadores ponga en peligro a la comunidad y que debe haber tranquilidad si se hace justicia. El toque de queda estará en vigor desde la medianoche a las 5 de la mañana.
La tensión en Ferguson se acrecentó el viernes por la noche, luego de que la policía diera a conocer el nombre del policía responsable de la muerte de Michael Brown, de 18 años, así como documentos que sostienen que Brown había robado una tienda antes de ser baleado.
Nixon indicó que el Departamento de Justicia de Estados Unidos está realizando una investigación del tiroteo y que decenas de agentes del FBI investigan en el campo.
Al filo de la medianoche del viernes una turba irrumpió en un pequeño comercio de Missouri, el mismo que Michael Brown fue acusado de robar poco antes de morir.
Algunos entre la multitud invadieron el comercio, Ferguson Market & Liquor, y empezaron a saquearlo, dijo el capitán Ron Johnson de la patrulla estatal de caminos. Algunos entre la multitud gritaron a los vándalos que salieran, y a la larga una docena de personas ayudaron a proteger el local.
Poco antes las autoridades habían identificado al agente que mató a tiros al joven negro desarmado y difundió un video que según dijo muestra al joven robando “con violencia” una caja de cigarrillos de 48,99 dólares de esa tienda.
Equipos de policías con equipo antimotines bloquearon con sus automóviles un tramo de kilómetro y medio (una milla) a lo largo de la calle en el epicentro de las protestas. Se oyeron petardos ocasionalmente en las cercanías.
Algunos en la multitud empezaron a arrojar piedras y otros objetos a la policía, dijo Johnson. Un agente resultó herido y el capitán dijo que la policía retrocedió para tratar de calmar la situación. No hubo arrestos.
La muerte de Brown ha provocado cuatro días de enfrentamientos. Las tensiones se aliviaron el jueves cuando el gobernador Jay Nixon transfirió la seguridad a la patrulla de caminos de Missouri. Momentáneamente la policía con equipo paramilitar y vehículos blindados fue reemplazada por el nuevo comandante de la patrulla que caminó por las calles junto a los manifestantes. Pero el viernes por la noche volvió a estallar la violencia.
La decisión de Jackson de informar sobre las denuncias de que Brown había cometido el robo, y la difusión del video de vigilancia que según dicen lo muestra robando, indignaron a la familia de Brown y a muchos en la comunidad.
El video muestra a un individuo corpulento con gorra, pantaloncillos y camiseta blanca tomando del cuello a un hombre mucho más pequeño cerca de la puerta del comercio. Un informe policial dice que Brown asió al hombre que había salido de detrás del mostrador del comercio y “lo empujó con violencia” contra un exhibidor.
“Parece que es él”, dijo el abogado Daryl Parks en referencia al video que, dijo, fue difundido sin aviso anticipado de la policía.
Los parientes de Brown afirmaron que ningún robo justificaba balear al adolescente si ya tenía las manos en alto. Los abogados de la familia dijeron que los padres de Brown estaban estupefactos ante las acusaciones y la difusión del video de la cámara de vigilancia de la tienda.
Más temprano el viernes, el jefe de la policía, Thomas Jackson, dijo que el policía Darren Wilson no sabía que el adolescente fuera sospechoso de robo cuando ocurrió el incidente y que detuvo a Brown y a un amigo de éste “porque caminaban en medio de la calle obstruyendo el tránsito”.
AP