[contextly_sidebar id=”q0J1qGNskML438EeU0khqxK3lwccJJK9″]Un año después de que el presidente Enrique Peña Nieto presentó la reforma energética, ésta se completó tras modificaciones constitucionales y otras legales en 21 leyes reglamentarias.
Durante más de dos meses, en el Congreso se discutieron las nuevas reglas para operar la apertura del sector energético del país a particulares para acabar con el monopolio de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Según los promotores de la reforma —el gobierno federal y los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI)— ésta traerá enormes beneficios gracias a las inversiones de particulares en el país. Sin embargo, reconocen que no habrá impactos positivos para la población en un corto plazo y que éstos se hagan efectivos más adelante dependerá de cómo se implementen los cambios.
“Va a bajar la gasolina, no; va a bajar la luz y el gas, sí. En cuánto tiempo, no tenemos una varita mágica”, dijo el pasado 18 de julio el coordinador de los senadores priistas, Emilio Gamboa.
Por lado del PAN, el senador Jorge Luis Lavalle, dice que hay que esperar unos cuatro años para ver cómo evoluciona la industria del gas y la luz, pues “dependerá del mercado” que bajen los precios.
¿Pero qué modificará esta reforma como para especular que habrá una reducción en las tarifas eléctricas o en el pago del gas? Te explicamos cuáles son los principales cambios y cómo se organizará el nuevo sector energético del país.
-Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad no desaparecen, pero dejan de ser paraestatales para convertirse en empresas productivas del Estado. Esto significa que el gobierno federal dejará de administrarlas para convertirse en su propietario bajo un régimen corporativo con el que ambas tendrán que competir, como si fueran cualquier otra firma, en el mercado de luz e hidrocarburos.
-A partir de enero de 2016, empresas privadas nacionales o extranjeras podrán vender gasolina en el país. Las gasolineras dejarán de ser un negocio exclusivo de Pemex, así que podrás elegir con qué empresa comprar el combustible.
-El precio de la gasolina se liberará y dependerá del mercado, es decir, no habrá un precio fijo para todo el país y algunos particulares podrían venderla más barata según sus propios costos. Sin embargo, se establece un precio mínimo a la venta en función del precio actual, por lo que no bajará.
-¿Qué pasa si no te venden litros completos? Las multas serán de hasta 20 millones de pesos. En la Ley de Hidrocarburos dice que los abusos se castigarán con multas de entre 15 mil a 150 mil veces el salario mínimo; pero la sanción puede ser el doble si hay reincidencia en las irregularidades.
-Algo similar ocurre con el Gas LP, pues el precio también se liberará, dejará de costar lo mismo en todo el país y se fijará según la competencia. En enero de 2016, particulares podrán importar gas para comenzar a venderlo un año después.
-En energía eléctrica, podrás escoger quién te da el servicio, pero el precio no se liberará pues el gobierno federal regulará la tarifa. Asimismo, el Estado mantiene los subsidios para toda la población e iniciará un programa de apoyos para zonas rurales y áreas marginadas para que la energía sea más accesible.
-Pemex y CFE compiten contra particulares, quienes para poder tener actividades en el país tendrán que firmar contratos —obtenidos a través de licitaciones que podrían iniciar en 2015— que establecen que deberán pagar contraprestaciones e impuestos.
-Entre las contraprestaciones están una cuota por explorar a ver si encuentran hidrocarburos —un pago mensual que durante 60 meses será de 1,150 pesos por kilómetro cuadrado y a partir del mes 61, aumenta a 2.750 pesos— y las regalías cuando comiencen a explotar los recursos. En el caso del petróleo es un monto de entre 7.5 y 14% de sus ganancias.
-Las contraprestaciones se acumulan en el Fondo Mexicano del Petróleo y los impuestos, que son iguales a los de cualquier otra empresa del país, se pagan a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
-En ese Fondo se acumulan todos los pagos por exploración y explotación de gas, por eso los opositores a la reforma argumentaron que era como crear una Secretaría de Hacienda para Hidrocarburos.
-El Fondo deberá aportar al Presupuesto de Egresos de la Federación un mínimo del 4.7% del PIB para igualar los recursos que actualmente recibe el Estado por la renta petrolera y evitar que haya menos ingresos para la gestión pública.
-¿Cómo se decide qué empresa explota qué? Existe la llamada “ronda cero” —que ya inició—, con la que Pemex eligió primero en qué zonas del país quiere tener actividades. Sin embargo, en caso de que el órgano regulador decida que no tiene capacidad operativa, infraestructura o tecnología para explotar, el área se pondría a licitación en 2015 para definir qué privado podrá ingresar.
-Propietarios de tierras están 100% involucrados con esta reforma, pues en caso de que haya sospechas de que debajo de éstas hay hidrocarburos, deberán negociar con empresas privadas o con Pemex para entregar sus terrenos. La ley establece que se deben agotar las posibilidades para llegar a un acuerdo, pero si esto no ocurre, el Estado puede ordenar su ocupación.
-Independientemente del acuerdo, las empresas deben realizar pagos a los propietarios: uno por previsión de daños, una renta por ocupación y uno más cuando se trate de proyectos para comercializar los hidrocarburos —que es un porcentaje de ganancias que va de entre el 0.5 al 3%—.
-En el caso de la industria eléctrica, aplica la misma política de ocupación cuando se trate de instalar infraestructura para la distribución de energía eléctrica o una planta de generación de energía. Para este recurso no hay pago por comercialización, sólo por ocupación y daños.
-En la ocupación de tierras es en donde entra la práctica de fractura hidráulica o fracking. Si bien ninguna ley dice de manera explícita que se permite esta actividad, sí avala la explotación de gas de esquisto, también conocido como gas de lutita o gas shale.
-Actualmente, ya se exploran yacimientos de ese gas, por lo que su explotación podría iniciar en cuanto se promulgue la legislación reglamentaria.
-¿Quién toma las decisiones en Pemex y CFE? Las empresas son propiedad del gobierno federal, por lo que este nuevo dueño toma las decisiones a través de los Consejos de Administración en los que están el secretario de Energía, el de Hacienda y otros representantes del Estado elegidos por el presidente, además de consejeros independientes ratificados por el Senado.
-Estos independientes no serán funcionarios de la administración pública federal, por lo que en caso de cometer algún delito o acto de corrupción no están sujetos al régimen de funcionarios públicos que fija las reglas para fincar responsabilidades, y se les juzga como a cualquier otro ciudadano.
-Para el tema de hidrocarburos, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales deja de tener injerencia. Lo mismo la Comisión Nacional del Agua o la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, pues todas las regulaciones, revisiones, sanciones y programas de inversión recaen en una Agencia Nacional de Seguridad Industrial y protección del Medio Ambiente de Hidrocarburos. Todavía hace falta que el presidente decida quién será su titular.
-¿Los mexicanos pagaran por la deuda de Pemex y de CFE? El Estado asume un monto proporcional del pasivo laboral que sólo equivale a jubilaciones y pensiones. Quedan fuera los pagos pendientes por temas de salud, créditos de vivienda, sueldos caídos, vales de despenda y otros.