Juan Manuel Santos consigue la reelección en Colombia
[contextly_sidebar id=”491f88cec47d3c3639b3afd261657bf5″]Con el 99.45% de los votos escrutados por las autoridades electorales de Colombia, el presidente Juan Manuel Santos ha conseguido la reelección, al aventajar al candidato uribista, Óscar Iván Zuloaga, por más de cinco puntos porcentuales en la segunda vuelta de las elecciones celebradas hoy en el país sudamericano.
El presidente Santos tiene 50.9% de los votos válidos escrutados, mientras que su rival Óscar Iván Zuloaga ha conseguido el 45.04% y un restante 4.04% son votos en blanco.
Santos consiguió un total de 7 millones 784 mil 916 votos, contra los 6 millones 888 mil 639 votos del uribista Zuloaga. Los votos en blanco suman 618 mil 562 boletas.
Con poco más de 15 millones de votantes, la participación electoral llegó a menos de 48%.
Comienza la fiesta en la casa de campaña por la reelección
Luego del cierre de las urnas, el Claustro de la Enseñanza, sede de la campaña de la reelección, apenas comienza a llenarse. Por ahora son más las cámaras, los vídeos ‘pro paz’ y los voluntarios santistas que los pesos políticos pesados.
Al lugar, llegó el primer aliado clave: el ex senador cartagenero Juan José García Romero, condenado por corrupción, y esposo de la hasta hace poco senadora Piedad Zuccardi, bajo investigación por para política. Con él el delfín García Zuccardi, Andrés Felipe, novato en la política pero ya senador electo con un caudal de 40 mil votos que, según las previsiones, deberían engrosar la cuenta santista en la Costa.
Tristeza uribista
A las 4:35 de la tarde (hora local), el animó se cayó en el centro democrático, sede del candidato Zuloaga. Después de la euforia del primer boletín tras el cierre de la jornada, los uribistas cesaron el festejo cuando Juan Manuel Santos consiguió una ventaja de 600 mil votos en el primer escrutinio.
Nadie celebra en la sede uribista, la gente en el lugar tomó asiento y la música en vivo dejó de sonar. El ánimo es de tristeza, tras un cambio radical en los ánimos.
Quince minutos antes del cierre de las votaciones, el centro de convenciones Gonzalo Jiménez de Quesada vivía una fiesta del uribismo. En el escenario tocaba una orquesta que animaba al público que llegaba rápidamente. A la entrada, los de logística entregan ponchos con la imagen del candidato Zuloaga
Los candidatos:
Juan Manuel Santos:
El actual presidente de la república busca su reelección enarbolando como bandera la firma de un acuerdo para la terminación del conflicto con las FARC. Las negociaciones con los rebeldes se adelantan, desde finales de 2012, en La Habana.
El economista, de 62 años, fue ministro de Defensa del polémico expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), de la mano de quien alcanzó la jefatura del país en 2010. Meses después las relaciones entre ambos se rompieron y, a la fecha, mantienen duros enfrentamientos, especialmente por el proceso de paz al cual Uribe se opone rotundamente.
Santos, quien también fue ministro de Hacienda, promulga que de alcanzarse un acuerdo con la guerrilla, el Producto Interno Bruto alcanzará al menos el 7,5%. Con esa tasa “en los próximos cuatro años vamos a crear 2,5 millones más de empleos”, ha dicho.
La campaña del primer mandatario ha sido salpicada por escándalos de repartición de prebendas a legisladores oficialistas y presuntos fondos del narcotráfico recibidos por excolaboradores.
Óscar Iván Zuluaga:
Enarbola las banderas del expresidente Uribe y su movimiento Centro Democrático: la confianza inversionista, la cohesión social y la seguridad democrática.
El respaldo del exmandatario le ha costado a Zuluaga docenas de críticas, al punto de que le atribuyan ser un mero “títere” o un hombre sin voluntad para tomar decisiones propias. Los más osados aseguran que un eventual gobierno suyo se traduciría en otros cuatro años de jefatura uribista pero “en cuerpo ajeno”.
El economista, de 55 años, encarna la oposición contra el actual proceso de paz con la guerrilla de las FARC. Ha dicho que el gobierno negocia con “sicarios” e insiste que, en los términos actuales, los diálogos dejarán en la “impunidad” los crímenes de los rebeldes. Propone, en cambio, una lucha armada sin tregua contra lo que denomina grupos terroristas.
Dice que la “paz se construye con seguridad, inclusión social y educación de calidad”.
Zuluaga enfrentó durante la campaña un escándalo que lo vincula con un supuesto experto en informática, capturado y señalado por la Fiscalía de interceptar los correos electrónicos del presidente Santos y un negociador de las FARC para entorpecer, entre otros, el proceso de paz.
Con información de La Silla Vacía y Associated Press.
